OS PEDI QUE FUERAIS COMO YO.

Segundo Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo, DADO A JV. MEXICO.
Sobre: Os dije, que nadie iba a ser más que el Maestro, Yo, vuestro Maestro, vuestro Hermano Jesús.
Hijitos Míos, cuando Yo os prediqué sobre la Tierra, os pedí que fuerais como Yo, que Me siguierais, que tomarais Mi Cruz y de ésta forma, fuerais otros cristos sobre la Tierra, que al seguirMe, también os dije, que nadie iba a ser más que el Maestro, Yo, vuestro Maestro, vuestro Hermano Jesús.

Sí, Mis pequeños, si por un lado os pido pruebas, os pido dolor, os pido donación, por otro lado, también os estoy ofreciendo la Gloria, os estoy ofreciendo la santidad, os estoy ofreciendo la vida perpetua, la vida eterna. No os imagináis lo que es ésta vida, Mis pequeños, es una vida Divina, una vida que a veces os dejo sentir interiormente y que os hace subir a niveles místicos bellísimos, unos segundos, de ésta vida que os he prometido.

Mis pequeños, cuando os he dicho que debéis padecer lo que Yo, vuestro Maestro he padecido, lo deberéis padecer siempre con una entrega total y agradecimiento a Nuestro Padre Dios, Él sabe lo que cada uno de vosotros necesita. En ésta purificación, el alma se va acercando fuertemente a la perfección, que es lo que busco en cada uno de vosotros.

Ciertamente Yo no necesito de purificación, porque Soy vuestro Dios, pero vosotros, al llevar la cruz a cuestas, no solamente la vuestra, sino también la de vuestros hermanos, porque estáis intercediendo por ellos, porque estáis buscando un mundo mejor, porque estáis atrayendo el Reino de Dios a la Tierra como Yo os enseñé, entonces estáis cargando cruces pesadas, que están halagándoMe, que están halagando a Nuestro Padre.

Sí, la humanidad tendrá que pasar por los mismos momentos por los que Yo pasé, momentos de obscuridad estáis viviendo, momentos en los cuales los mismos apóstoles corrieron cuando fueron atacados por los miembros del sanedrín y por el ejército romano. Sí, ahora, vosotros tendréis que padecer eso, dolor, persecución, obscuridad, muerte, pero luego tendréis vida, resucitaréis a una nueva vida que Yo os daré, porque si estáis Conmigo en las malas, también estaréis Conmigo en las buenas, seréis grandes ante los ojos de los hombres, pero especialmente ante los Ojos de Nuestro Padre Dios. Aquél que está Conmigo no puede perderse, siempre encontrará el camino, encontrará la Luz, la fuerza para luchar contra las adversidades, pero Mi Amor siempre estará con vosotros y eso es lo que os dará la fuerza para luchar contra todo lo que se venga. Manteneos trabajando para Mí, tomando vuestra cruz y la de vuestros hermanos y llevándoles salvación, como Yo lo hice por vosotros.
Gracias, Mis pequeños.

Deja un comentario