365 DIAS CON EL ANGEL CUSTODIO.

365 DIAS CON EL ANGEL CUSTODIO
Recopilación de mensajes del Ángel de la guarda se deben leer y meditar uno a uno. Uno por día.

Tu ángel de la guarda ve la Cara de Dios sin cesar (ver Mt, 18-10). Y, al mismo tiempo, te asiste, día y noche, desde tu nacimiento hasta tu paso al mas allá; estará a tu lado en el Juicio final. Es tu compañero de eternidad.
Tiene un nombre. Te ama; se alegra contigo; llora cuando lloras. Derrama lágrimas amargas cuando tu escuchas al «padre de la mentira», asesino del hombre desde el principio» (Jn. 8-44). Está rebosante de alegría cada vez que haces un esfuerzo que aumenta tu parecido con Jesús, «manso y humilde de corazón» (Mt-11.29); cada vez que posees el amor como lo evoca el apóstol Pablo (1.Co-13).
Estos mensajes reflejan el eco del Evangelio, la Buena Nueva anunciada a los hombres por resucrísto. Todavía más, son el reflejo de la vida sobre la tierra del Hijo de Dios.

28 comentarios sobre “365 DIAS CON EL ANGEL CUSTODIO.

  1. Dios Bendiga siempre a mi amiga Yolita Montoya por recomendarme esta página ya que a através de su lectura entiendo el plan de Dios Jesucristo para mi. Estoy muy necesitada de su palabra y en estas visiones encuentro muchas respuestas. Amén

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  2. no podria caminar sin tu ayuda Gracias Dios por esa compañia, que no nos abondona en los momentos precisos. oracion. Angel de mi guarda dulce compañia, no me desampares ni de noche ni de dia, si tu me abondonas que sera DE mi angelito mio ruega a Dios por mi. esta oracion la rezo desde que tengo uso de razon desde niña.

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  3. 20 de enero de 1946

    Mientras estoy cosiendo, contemplo mentalmente la figura moral de Jesucristo. Pienso
    que, si pudiera tener su retrato reproducido en una tela según mis indicaciones y, por lo
    tanto, lo más semejante posiblea como era su Santísimo Semblante de Hombre, me
    gustaría hacerle escribir debajo de la imagen una frase que fuera «todo» lo que era Jesús
    de Nazaret. Pienso que podría ser «Venid a Mí» o «Yo soy la Vía – Verdad – Vida» o «No
    temáis, soy Yo», pero siento que todavía no es lo que mi alma quiere para indicar a «el
    Cristo».
    San Azarías me habla:
    Jesús es el Compendio del amor de los Tres. Jesús es el Compendio de lo que es la
    Santísima Trinidad y la Unidad de Dios. Es la perfección de los Tres compendiada en Uno
    solo. Es la infinita, multiforme Perfección compendiada en Jesús. Es un abismo de
    Perfección ante el cual se postran en adoración las milicias celestes y las
    bienaventuradas muchedumbres del Paraíso. Es un abismo de Amor que pudo ser y
    puede ser comprendido y aceptado solamente por los que poseen amor.
    Por lo que aquí se explica cómo pudo convertirse en Espíritu del Mal el arcángel que era
    un espíritu benigno y santo, pero no tan santo, pero no tan santo como para ser
    completamente amor. Precisamente, es la medida del amor que uno lleva en sí, la que
    establece la medida de su perfección y su grado de oposición a toda corrupción.
    Cuando el amor es total, ya nada puede abrirse a la corrupción. La molécula que no ama
    es una brecha que permite fácilmente la infiltración de los primeros elementos que no son
    amor. Y ellos fuerzan, ensanchan, inundan y así sumergen los elementos buenos hasta
    matarlos. Lucifer tenía una medida de amor incompleta. En él había un espacio ocupado
    por la complacencia de sí mismo, o sea, un espacio en el que no podía haber amor. Y
    por esta brecha entró, para perderle, su depravación. Debido a ella, no pudo comprender
    y aceptar al Cristo-Amor, Compendio del infinito, del único, del trino Amor. Y el hecho de
    que hoy en día esté más difundida la herejía que niega la Humanidad Divina de la
    Segunda Persona y que hace de Él simplemente un hombre bueno y justo, se explica
    fácilmente con esta clave: la falta de amor en el corazón humano, la incapacidad de amar,
    la escasa posesión de amor.
    Alma mía, observa que, tanto en la época de Cristo como luego en la era cristiana,
    siempre fueron dos los puntos que se empecinó en negar el arrogante intelecto del
    hombre que, sí no es humilde y amoroso, no puede creer: uno, que Cristo era Dios y
    Hombre y que hizo únicamente acciones espirituales, por las cuales fue odiado hasta por
    los más íntimos de los suyos y, por lo tanto, también fue traicionado; dos, que Cristo creó
    el Sacramento del Amor. En aquel entonces, ahora, siempre, heréticamente los «sin amor»
    dijeron y dirán que Dios no puede estar en Jesús y que Jesús no puede estar en la
    Santísima y adorable Eucaristía.
    Por eso, alma mía, si tuvieras que hacer escribir una palabra bajo la efigie del Hombre-
    Dios, tendrías que hacer escribir: «Yo soy el Compendio del Amor» .
    Y luego San Azarías calla y queda en adoración.
    ¡Qué paz, qué paz queda en mí!
    ¡Qué luz, qué sensación de bienestar mental, la
    sensación del pensamiento que se apacigua gracias a una respuesta que lo persuade por
    completo: esto es lo que se produce durante y después de la lección angélical! Con este
    tesoro mío cierro el cuaderno y vuelvo a mi tarea manual, mientras en los ojos de la
    mente satisfecha contemplan la lección recibida.
    Más tarde vuelvo a leer, medito y me detengo obstinadamente en la frase: «Lucifer no fue
    tan santo como para ser completamente amor». En mi concepto sublime de los ángeles,
    no logro comprender cómo un espíritu angélico pudo haber tenido faltas. ¡Ante el pecado
    de los ángeles, siempre he tenido un invencible estupor! Y nadie ha logrado darme jamás
    una explicación capaz de persuadirme de qué modo, en un mundo en el que faltaba el
    elemento «Mal» porque aún no se había formado, ciertos seres espirituales, creados por la
    perfecta voluntad de Dios, seres que contemplaban la eterna Perfección – y nada más que
    ésa – hayan podido pecar. Y ahora la frase: «…no tan santo como para ser completamente
    amor» me detiene y suscita de nuevo en mí la pregunta : ¿Como pudo suceder eso?».
    San Azarías me dice:
    Los ángeles son superirores a los hombres. Diciendo «hombres», me refiero a los seres
    así llamados, compuestos de materia y espíritu. Entonces, somos superiores nosotros,
    que somos sólo espíritu. Mas recuerda que, cuando en el hombre vive la Gracia y circula
    la Sangre del Místico Cuerpo cuya Cabeza es Cristo y ya está fortalecido por los siete
    Sacramentos desde el nacimiento hasta la muerte y en todos los estados y fases de la
    vida, entonces en vosotros, que por eso sois «templos vivos del Señor», nosotros vemos
    al Señor y le adoramos en vosotros. En este caso, sois superiores a nosotros, sois «otros
    Cristos» y poseéis lo que se llama «Pan de los ángeles» que, en realidad, es Pan
    solamente de los hombres. ¡Ésta es la mística y no saciada hambre de Eucaristía que
    existe en nosotros y que nos lleva a estrecharnos a vosotros cuando os nutrís de Ella para
    sentir la fragancia divina de este Pan perfecto!
    Mas, para volver al principio, te diré que en los ángeles, que somos diferentes de vosotros
    en cuanto a naturaleza y perfección, existe – como en vosotros – la libre voluntad. Dios no
    creó esclavos. Al principio, en la creación existía sólo el Orden. Pero el Orden no excluye
    la libertad. Por el contrario, en el Orden existe la perfecta libertad. Y tampoco existe en el
    orden, como fuerza constrictora, el temor de una invasión, de una intromisión, de una
    anarquía de otras voluntades que, al penetrar en la órbita y en la trayectoria de otros
    seres o cosas creadas, puedan producir colisiones y ruina. Así era todo el Universo antes
    de que Lucifer, abusando de su libertad, por su propia voluntad creara en sí mismo el
    desorden de las pasiones para crear desorden en el Orden perfecto. Si hubiera sido todo
    amor, no habría encontrado lugar en sí mismo para ninguna otra cosa que no fuera amor.
    En cambio, encontró lugar para la soberbia, que es lo que podríamos definir el desorden
    del intelecto.
    ¿Dios habría podido impedir este hecho? Sí, habría podido hacerlo. Mas, ¿por qué forzar
    la libre voluntad del bellísimo e inteligentísimo arcángel? De ese modo, no queriendo ya lo
    que antes había querido, o sea, la libertad del arcángel, ¿no habría sido Él mismo, el
    Justísimo, quien acabaría por llevar el desorden a su ordenado Pensamiento? Dios no
    oprimió el espíritu turbado para ponerlo, con la violencia, en la imposibilidad de pecar. En
    ese caso, su conducta no pecaminosa no habría tenido mérito alguno. También para
    nosotros fue necesario el «saber desear el Bien» para seguir mereciendo el gozo de la
    vista de Dios. ¡Qué beatitud infinita!
    Así como había querido a su lado al arcángel sublime en los pirmeros actos de la
    Creación, haciendo que tuviera total conocimiento de esa creación de amor, del mismo
    modo Dios quiso que el arcángel conociera la adorable y dolorosa necesidad que su
    pecado le había impuesto a Él mismo: la Encarnación y la Muerte de un Dios para
    contrabalancear la ruina del Pecado que se habría producido si Lucifer no hubiera vencido
    en sí mismo la soberbia. Tal era el único lenguaje que podía emplear el Amor. La primera
    aniquilación de Dios está en este acto de querer doblegar dulcemente al soberbio, casi
    suplicándole, con la visión de lo que su soberbia iba a imponer a Dios, que no pecara,
    para no llevara a otros a pecar.
    Era un acto de amor. En cambio Lucifer, ya completamente poseído por la furia satánica,
    lo tomó por miedo, debilidad y afrenta, como una verdadera declaración de guerra y, por
    eso, declaró guerra al Perfectísimo diciendo: «¿Tu eres? Pues, yo tambien soy. Lo que
    has hecho, lo has hecho gracias a mí. Dios no existe. Y si existe un Dios, soy yo. Yo me
    adoro. Yo te aborrezco. Yo me niego a reconocer como mi Señor a quien no sabe
    vencerme. Si no querías rivales, no debías haberme creado tan perfecto. Ahora yo soy y
    estoy contra ti. Vénceme, si puedes. Pero no te temo. También yo crearé y por mi causa va
    a temblar toda tu Creación, porque yo la sacudiré como un jirón de nube zarandeado por
    los vientos, pues te odio y quiero destruir lo que es tuyo para construir sobre las ruinas lo
    que será mío. No conozco y no reconozco ninguna otra potencia más que yo. Y ya no
    adoro, ya no adoro, ya no adoro a nadie que no sea yo mismo».
    En verdad, entonces se produjo en la Creación, en toda la Creación, desde las más
    insondables profundidades, una pavorosa convulsión debida al horror que produjeron
    estas sacrílegas palabras. Fue una convulsión tan grande que ni siquiera la habrá igual al
    final de la Creación. Y de ella nació el Infierno, el reino del Odio.
    ¿Comprendes ahora, alma mía, cómo nació el Mal? Nació de la libre voluntad, que el
    Señor respetó, de uno que no era «todo-amor». Y créeme, sobre todo pecado que desde
    entonces se comete, grava este juicio: «Aquí no todo es amor».
    El amor total impide el pecado.
    Y lo hace sin esfuerzo. ¡Al que ama, no le cuesta alcanzar la justicia! El amor le eleva por
    sobre todos los fangos y los peligros y le purifica continuamente de las mínimas
    imperfecciones que aún perduran en el último grado de la santidad consumada, es decir,
    en ese estado en el que el espíritu ya ha progresado tanto que es verdaderamente un rey
    y ya está unido en espiritual connubio a su Señor, y goza de una vida que es menor sólo
    de un grado a la de los bienaventurados en el Cielo, pues de tal modo el Señor se dona y
    se revela a su hijo bendito.
    Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.DADO A MARIA VALTORTA.

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  4. A mi Ángel de la Guarda, le pido hoy que me proteja de los enemigos del alma y el cuerpo.
    Que interceda ante Dios, para que mi hermana con alzeimer mejore.
    Que mi familia de Madrid se convierta.
    Para que me toque hoy la bonoloto.
    Me guie todo el día

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  5. 02 octubre, 2011

    Igual de bello que es un Ángel (bueno) es la fealdad del ángel caído que por soberbia lo perdió todo

    Los Santos Ángeles son en el Cielo espíritus que están en el entorno de Dios, alabando y adorando constantemente al Todopoderoso. Yo, Jesús, os hablo.

    Hijos Míos, si supierais la belleza que tiene un Ángel moriríais en su contemplación. Y así, igual de bello que es un Ángel (bueno) es la fealdad del ángel caído que por soberbia lo perdió todo, su belleza y todos los privilegios que servir a Dios tiene. El ángel caído se hizo esclavo de sí mismo, porque desea perder a las almas y su sed de odio hacia Dios no se aplaca con nada, y el que no quiso servir a Dios, se sirve a sí mismo y como el no es persona divina, no se goza en sus acciones y, para disgustar a Dios, mucho más que para agradarse a sí mismo, desea ardientemente perder a las almas. Yo, Jesús, os hablo.

    Por eso, cuando un alma cae en las garras del ángel caído, y son muchos los ángeles caídos que existen, su mayor deseo no es (solo) perder al alma, ni conseguir su objetivo, sino hacer sufrir a Dios, porque lo que desean los ángeles caídos es que Dios sufra por la perdición de las almas. Yo, Jesús, os hablo.

    Hijos Míos, hijos de la Iglesia Católica, sed consecuentes con vuestra fe y vivid según los Mandamientos de Dios, para que los ángeles caídos no puedan derrotaros por la firmeza de vuestra perseverancia y que ésta no se tambalee ante nada. Yo, Jesús, os hablo.

    La derrota de los demonios está en la firmeza de las almas que no ceden a las insidias de los diablos y, cumplen fielmente todos Mis Mandamientos frente a toda adversidad o contrariedad que se les presenten, porque el alma que es fiel en la adversidad, en las contradicciones y batallas que librar, bien sean tentaciones o sugerencias del diablo, ese alma es una derrota para ellos porque los venció por amor a Dios, anteponiéndole a todas las sugerencias del demonio a pesar de que pudieran parecer bienes estas sugerencias.

    Cuando un alma vence al demonio, repercute en el Infierno entero, porque todos los diablos lamentaran que el alma venció por la gracia y el amor de Dios, y no es tanto la gracia de Dios lo que los diablos lamentan, sino el amor que el alma le tiene a Dios, porque ellos lo que más desean y por lo que trabajan afanosamente, es porque Dios sea desplazado de las almas para perderlas eternamente y que éstas lo odien eternamente. Hijos, lo que quieren los diablos es que Me odiéis eternamente. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo. LIBRO DADME DE BEBER.

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  6. Lucifer, este ángel caído, era en el Cielo el más bello de los ángeles
    Posted on 14 julio, 2011 by pajares95
    María: Las almas en el infierno conocen tormentos tan horrorosos que ningún ser
    humano puede imaginárselos. Los dolores que Satanás les hace sufrir son tan crueles, tan impensables que sobrepasan muchísimo lo que el hombre puede imaginarse como torturas. ¿Pueden ustedes imaginarse el odio que Satanás tiene contra
    sus almas? Él que fue lanzado fuera del Reino de Dios no tiene mas acceso al Cielo
    y, ustedes que tienen el pecado original en su interior desde su nacimiento, tienen
    derecho al Cielo porque la Sangre Preciosa de mi Hijo los ha purificado. Su rabia
    contra esta purificación es tan fuerte que fulmina contra ustedes. Lucifer, este ángel
    caído, era en el Cielo el más bello de los ángeles; él habría podido inclinarse para
    adorar al Hijo de Dios hecho hombre, pero cuando supo que el Hijo de Dios debía
    nacer de una humana, su rebeldía fue inequívoca; y ustedes, ¡ustedes son humanos!
    Desde ese momento, él fue precipitado al infierno, desde entonces él no puede ir
    hacia Dios Padre, el Esplendor de sus días. Sí, él vio el Esplendor ante sí mismo,
    ¿creen que lo puede olvidar? A causa del Hijo del hombre, él no puede nunca más
    contemplar la Majestad de Dios Padre que le daba tanta felicidad, el Altísimo, que
    había hecho de él uno de los ángeles más bellos. Dios Hijo vino a la tierra tomando
    cuerpo humano para salvarles de sus garras; pero si su alma va al infierno, ¿creen
    que él la va a dejar que muera tranquilamente hasta que este muerta eternamente?
    ¡Ah mis hijos, si ustedes vieran todas las torturas que Satanás ha inventado para
    hacerla sufrir, ustedes con su voluntad humana, morirían de solo escucharlas.
    Mis hijitos, si ustedes han descuidado sus gracias, corríjanse rápido, es su Mamá de
    amor que se los pide con mucha insistencia. Yo se los suplico, escúchenme, ¡es
    urgente! Les recuerdo de cuidar su casa que está bajo su propia responsabilidad.
    ¡Los amo tanto! No sean descuidados. Hijos míos, recen para tener la fuerza de
    cerrar la puerta al intruso, ¡él es tan astuto! ¡Tengan cuidado, él los hechiza! Mamá
    María les pide hacer oración, de ir a confesarse y a la misa; hagan penitencia
    haciendo actos de humildad y hagan sacrificios privándose de cosas inútiles que les
    perjudican, ustedes verán que su casa estará cerrada para este ladrón de gracias. Yo
    los amo. Alaben a mi Hijo y se encontrarán en sus gracias.

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  7. PREFACIO DE CLARUS, EL ANGEL CUSTODIO DE GIULIANA

    Nosotros los ángeles somos como vosotros sois y seréis. Yo soy un ángel custodio de un alma privilegiada de Dios, que en sí misma capta cada vibración de mi sensibilidad, me escucha, y su mano es mía cuando escribimos aquello que oye. Existen almas especiales que sienten la armonía del infinito, abiertas por medio del dolor, iluminadas por el espíritu. El alma que yo custodio está iluminada del espíritu cuando escucha, cuando capta nuestros sentimientos, maravillas y milagros. Desciende a ella una luz que nosotros vemos, cuando escucha la voz de Dios, la palabra de Dios. Los dictados no son simples palabras; tienen dentro una profundidad abismal, y es la Verdad. Nosotros los ángeles somos realidad y sueño, somos amor. Sin dolor no hay privilegio, sin humildad no hay dones, sin sinceridad no se puede escuchar el mundo de la armonía, recordadlo. Si sois puros de corazón, leed mis mensajes “Relatos del Paraíso”.

    Clarus

    Cada gota de llanto será cambiada por felicidad. En la tierra vivid los segundos y no los despreciéis. En cada momento tened un pensamiento bueno, una jaculatoria, un rezo, haced gestos de amor y de caridad. El egoísmo está dentro de la criatura y es un mérito combatirlo. Todas las buenas acciones tendrán su premio. En el Paraíso, que es armonía, cada día, que no es día porque el tiempo no pasa, vienen almas felices, y todos, ángeles y santos, están de fiesta. Yo vivo también en la armonía, aún cuando vivo contigo, Giuliana, porque como espíritu puro no tengo el límite del tiempo ni el vínculo del espacio. Hacemos fiestas, es siempre fiesta, y el sol resplandece siempre, y para el alma que ama la Luna está el claro de Luna. Está todo lo que deseamos. Y es un encanto muy grande, pero es realidad. No es encantamiento, es real, real. Quien ha deseado estar en lo justo, aquél que nunca lo ha tenido, en la armonía que es el Paraíso lo ha encontrado. Hay flores, ríos, casas, castillos, aguas límpidas, vientos suaves, y nuestros queridos familiares reencontrados. Gran alegría es el volverse a encontrar con todos los seres queridos, familiares y amigos. Está la Luz de Dios que da vida al amor y penetra el alma, y está Jesucristo y Su Madre, que es vuestra Madre. Un ángel os acompañará durante el camino hacia la Gloria. En la Tierra a veces tenéis la impresión de estar en un sueño. Este sueño será dulcísimo cuando despertéis, cuando junto a vosotros encontréis a vuestros seres más queridos, a los más llorados. Los pensamientos vuestros serán siempre vuestros. No termina el amor con la materia, sino que con el espíritu se exalta y aumenta. Cada lágrima será medida, cada desilusión será medida, y cada pensamiento en la Tierra os será mostrado. En la tierra está el misterio que solamente con la fe se penetra un poco. Vosotros no podéis comprender el pensamiento de Dios, mas podéis comprender el amor de Dios, y a veces tampoco esto. Debéis solamente aceptar y escuchar el pensamiento de Dios: la oración. El alma que custodio y hacia la cual tengo mucho afecto (de ángel, no de hombre: es más ligero y más profundo a la vez) está hecho de luz y de flores, y yo lo veo. Veo el afecto y veo otras muchas cosas bellísimas. El Sol brilla y todo canta. Hay flores y dones para festejar la llegada del alma feliz, de las almas que llegan a casa. Yo, tu ángel custodio, permanezco junto a ti. Soy invisible a tus ojos materiales, pero tu espíritu me ve. (…)

    Inicia tu jornada y vive las horas agradeciendo y amando a Dios, y en Dios al prójimo. Dios te ha dado todo. Yo sugiero amor a tu pensamiento. El amor viene de Dios, que siempre ha sido, por lo tanto el amor siempre ha existido. Nadie está solo si cree, y nosotros los ángeles estamos para vigilar, para sugerir, para cantar una eterna canción melodiosa que es siempre armonía. Nosotros los ángeles tenemos el rostro que vosotros habéis soñado y alas de plata. Ahora ven conmigo por un camino del Paraíso.

    Vuestros pies pisan una alfombra suave, es hierba verde y tierna. Los árboles a los lados del camino tienen flores que jamás habéis visto. Las hojas despiden luz, los pétalos están perfumados. En la armonía, en la sobrenaturaleza también hay mar. Ninguno está solo; cada criatura tiene su ángel custodio. Ninguno está solo porque Dios está. La soledad es para quien no cree. El pensamiento es como un imán que atrae y fascina. Dulcísimo fascinación de un pensamiento de amor que vence al tiempo, al espacio, vence a la materia y la supera. Si sabéis rezar, sabéis pensar, y si pensáis, rezáis. Nosotros os escuchamos, Dios os escucha, ninguno está solo si cree, si ama, si vive el Evangelio, si busca vivirlo. La humanidad es frágil, pero Dios comprende. Dios es Padre y hermano y amigo.

    Es verdad que si no hubiera existido el pecado sería distinta la Tierra. Dios ha creado al hombre y lo conoce y lo ama, en sus debilidades y en sus límites. Dios quiso crear una vida merecedora, crear el mundo infinito, y ciertamente es infinitamente más bello que el primero, que es pasajero, pero siempre semejante a Él, porque conoce los gustos y las costumbres del hombre y desea su felicidad. Es bellísimo volar con el pensamiento en la Tierra, y es maravilloso volar con el alma en el infinito, donde cada sueño vive y cada deseo se satisface. En el infinito hay todo en el Todo. En el infinito hablaréis entre vosotros, os reencontraréis cuando queráis, y recordaréis el tiempo. ¡El tiempo! El misterio de aquél río que va a la desembocadura, el misterio de todo aquello que pasa. En el infinito todo vive, todo varía, todo es luz, pero el tiempo no pasa. Los rostros de las almas son jóvenes y alegres. Los pensamientos llegan al alma por sí solos, y son del alma, usados por la mente. Con el pensamiento se peca también en las obras, porque todo aquello que es del hombre es del alma, que hace actuar al pensamiento en la mente. Vosotros no veis los pensamientos; los hacéis en vosotros mismos y no podéis imaginar las acciones que de ellos provienen y no veis los pensamientos de los demás. Si tenéis un don especial sobrenatural podéis ver los pensamientos como nosotros los vemos: con colores, formas, flores, etc.

    Sólo Dios conoce los pensamientos futuros. Nosotros en Dios vemos vuestros pensamientos presentes, recordamos los pasados, no conocemos los futuros. Todos los pensamientos tienen ondas, a veces telepáticas, y entonces son llamados inconscientes. La oración es un pensamiento consciente de llamada a Dios y a los santos y a nosotros los ángeles. La oración puede ser contínua aunque se estén haciendo otras cosas y teniendo otros pensamientos. Cuando estáis en el Bien y en gracia, pensáis inconscientemente en Dios, ya que es consciente vuestra alma, y por eso es oración. Ninguno debe estar seguro de su fe y debe pedir más fe a Dios. Hay otra vida no muy diferente a la de la Tierra, pero infinitamente más bella, con los mismos afectos, los mismos gustos, aunque con los sentimientos muy mejorados. Por lo tanto, todo está multiplicado en belleza e intensidad de vida, y en esta belleza veréis a Dios en Su Luz, gozaréis el amor y el calor y observaréis a Dios en Su Hijo-Dios. El Misterio os será revelado y sabréis por qué habéis llorado.

    No os quejéis jamás con vuestros hermanos, más rogad a Dios en vuestras almas. Las horas son pruebas, y las pruebas se superan. Los pensamientos buenos son de bellos colores, pero el conjunto de malos pensamientos son violáceos y negros. El pecado ha desarmonizado la Naturaleza. Nosotros sabemos, por las señales, del fin cercano de una Era. Nosotros sabemos que un siglo es un día para Dios. Ahora los signos son evidentes: han vuelto los verdaderos profetas y los falsos se han multiplicado. A vosotros importe vivir solo vuestra misión y testimoniar a Dios. Él ha hecho cosas grandes en los apóstoles de cada tiempo. Quien trabaja en Dios tiene un rayo de Su fuerza.

    Te llevo conmigo ahora, Giuliana, sal de la materia, ven sólo con tu espíritu. Ahora escuchas un sonido conocido, de guitarra. Es que tu hijo te da un beso y otro lo manda a su padre. Ahora veis donde habita: en un bellísimo castillo con muchos salones, con cortinajes amarillo-sol. Todo es solar en el alma de tu hijo. Para quien ama a los animales, retornarán; forma parte de aquello que han amado. Dios ha creado todas las cosas por medio de la materia y la supra-materia. En el infinito están los santos que reconoceréis y otros que ninguno ha conocido en la Tierra. Tendréis mucho conocidos y seréis felices. Os puedo decir que Dios, que os ama, os hará encontrar todo aquello que vosotros amáis. El mundo del Paraíso es similar a vuestro mundo, pero mil y mil veces, y miles y miles de veces más bello. Es la felicidad.

    En la Tierra, la prueba es la escalera para este mundo que yo describo y que vosotros no comprendéis completamente. Vosotros no conocéis los designios de Dios. Sin embargo debéis saber que todo es para bien de vuestra felicidad. Allá se vive para siempre, mientras que la Tierra pasa. Después sabréis más. Ahora aceptad y llevad los pesares, que en el infinito serán felicidad para el alma. Ahora, en el peregrinar de la tierra, aceptad vuestras penas y ofrecedlas a Dios. Confiad en Dios para vivir en la Tierra y más allá. En el Paraíso todo está iluminado de luz de felicidad, de armonía. Todo aquello que amáis vuelve, pero mucho más bello. La belleza está multiplicada, y vosotros veréis a los que ahora lloráis. Ellos sonríen y no recuerdan el dolor. Es difícil creer verdaderamente cuando no se quiere comprender, y también es difícil sufrir, pero si el sufrimiento es aceptado, Dios se muestra, ayuda y compensa.

    Hay ángeles a la espera de custodiar a un ser humano, y cuidar de él antes de que vea la luz. Buscan hasta el último momento ayudarlos para su salvación. Nosotros conocemos sólo una parte de vuestro futuro. Íntimamente conocemos vuestro yo, vuestro carácter y vuestros gestos. Te custodio, salto sobre tus pensamientos, que van de aquí para allá. Vuestros pensamientos se asemejan a nuestras vibraciones. Creamos de inmediato aquello que queremos ver vibrando. Te explico una gota del infinito; no te puedo hacer comprender todo.

    En la Tierra debéis amar a los hermanos, aún cuando esto sea difícil. Aprended a no juzgarlos, y a encontrar en ellos el bien, a comprenderlos y a compadecerlos. En el instante que cerráis los ojos de la materia, si habéis sido justos, buenos, y algo más, hasta incluso sido santos, se abren los ojos del espíritu, y entonces se vive. Para no temer a la muerte, basta con ser buenos, justos, santos, según el modo de ser, según la voluntad y el carácter. Dios desea el amor recíproco; por eso, no juzguéis. Tener paciencia, comprender, soportarse, ayudarse, darse al prójimo según el modo de ser de cada uno, es el único camino a recorrer para alcanzar el infinito donde todos se aman. Es necesario ejercitarse en la Tierra para llegar a este amor. La eternidad es vida que se vive, que transcurre, no pasa. Seréis vosotros con vuestro modo de ser mejorado, con los recuerdos y el amor a todos y a aquellos que habéis amado más en la Tierra, con los cuales viviréis en el no-tiempo y en la vida que transcurre y no pasa. Flores, agua, música, prados verdísimos, casas que os imagináis con vuestros seres queridos, la belleza de volverse a encontrar. Reiréis y lloraréis de alegría. En el infinito se pueden hacer tantas cosas bellísimas como todo aquello que habéis deseado hacer y no lo habéis podido hacer en la Tierra. La vida será un sueño real. La supramateria del espíritu hace que cada uno pueda hacer aquello que le place.

    Jesús os quiere justos, puros y sinceros, sinceros. Jesús os desea leales, no miedosos. Para vosotros lo que cuenta es Su Juicio, el único que vale. Somos fantasía en la realidad, nuestras palabras son un don de Dios. Yo vivo vibrante y parlante en el silencio de tu alma clara. Claridad no quiere decir perfección, pero es hermosa. En ella brilla la luz, y la luz hay que llevarla a la oscuridad.

    El pensamiento crea, y crea aquello que el hombre no ve. Pero queda en el éter y nosotros lo vemos, y lo ven todos los que están más allá de la Tierra, en Dios. Los pensamientos-sentimientos dejan una idea espiritual que puede tener diversas formas: flores, estrellas, esferas con muchísimos colores. En Asís hay flores y pajarillos, pensamientos de Francisco, para dar un ejemplo. Pertenecen al espíritu de San Francisco, y nosotros los vemos, y vemos otros bellísimos pensamientos de otras criaturas también. Las visiones paradisíacas y el Paraíso están en cualquier lugar porque no es un sitio, sino una situación de maravilla y de belleza. En los jardines creados por el pensamiento hay muchísimas cosas bellísimas. El Paraíso no es un sitio, es una situación, o sea, una forma de ser del alma en Gloria. Vuestros seres queridos ven vuestros pensamientos y los recogen. El mundo del espíritu está hecho de todas las sensaciones bajo la forma de supramateria. Yo veo muchísimas cosas bellísimas, sobre todo la belleza del pensamiento de Dios, y las flores de San Francisco, las rosas de Teresa, las de Myriam, y todos los sentimientos buenos de los hombres que han vivido en el tiempo.

    Todos los días, en la Tierra, hay alguna ocasión de hacer el bien, una obra de amor. Aunque estés encerrada en casa puedes rogar por quien tenga necesidad. En la Tierra ya podéis comenzar vuestro sueño. Mientras tengas que permanecer en la Tierra tienes que ayudar, dar, soñar y hacer las labores diarias. En el Paraíso no hay monotonía; la felicidad es verdadera, profunda y distinta de aquella breve de la Tierra y hace vivir al alma en nuevos descubrimientos, maravillosos encuentros y siempre verdadero y recíproco amor. En la vida terrena, con la certeza de esta otra infinita, se puede descansar mejor y uno se eleva. También en la Tierra se puede vivir más en lo espiritual que en lo carnal, pero siempre está la materia que ata a causa de las pruebas que perturban. Es el momento del examen más difícil, el paso terreno, pero hay momentos de serenidad si se tiene la certeza de alcanzar la vida eterna, de reencontrarse por siempre. No podría terminar en la Tierra la vida con la materia, siendo Dios trino el Creador del Amor eterno. Y siendo Él mismo eterno amor, ha creado para los hombres la eternidad, o sea, la vida para siempre del espíritu que se inicia con la prueba.

    Nosotros los ángeles conocemos y vivimos con los que os han precedido, alcanzando el Paraíso después de su peregrinar en la Tierra. Yo soy un custodio, pero estando en el no-espacio y en las infinitas dimensiones, puedo ver también los maravillosos reencuentros. En la vida del mundo que para vosotros vendrá, que es creado para vosotros, cada verdad de la Revelación y aun otras no reveladas, os serán reveladas en el tiempo justo. Yo revelo el Paraíso, el mundo que vendrá para vosotros, el infinito, la armonía. Vosotros sabéis que no existe la muerte. Los vivientes en Dios tienen rostros radiantes de felicidad y viven con vosotros, os esperan, os sonríen, os preparan la bienvenida con una gran fiesta.

    La supramateria es ligera, apenas roza y es brisa suave al paso de un alma feliz, pues la supramateria es como si fuese materia. La hierba del prado verde es verdísima y no sufre si se la pisa. Vosotros podéis dar y recibir besos, también podéis teneros de la mano. Quizás no comprendéis cómo puede ser esto, pero es así. En Emaús Jesús estuvo con el cuerpo glorioso. Tomás no creyó hasta que le tocó. En el infinito veréis a Jesús, os sonreirá: “Habéis llegado a casa”, la verdadera casa, aquella que no se cae, que no se quema, que no se deteriora. La casa de la vida, la Vida eterna. Vosotros tenéis muchas pruebas largas, vivís en medio de muchos misterios. Cuanto más vuestra alma se vuelve a Dios, más sabia la hace Dios. Los planes de Dios para cada criatura son diversos, y son siempre para un bien mayor. Es necesario saber ver a Dios, entonces se puede entrever también el mundo que vendrá para vosotros si sabéis tener abiertos los ojos espirituales. Es necesario ser puros de corazón y pobres de espíritu para poder entrever. En el infinito hay una suave brisa, se la siente como una caricia; es el Amor universal que vive y palpita. La materia pasa, el espíritu es eterno. No soñáis con la materia, soñáis con el alma. La ciencia quiere explicar, pero solamente la sabiduría explica. Las cosas de materia que vienen del infinito son de supramateria. Allá comienza la verdadera vida, allá existen todas las cosas. Las flores que has amado no terminan en la materia, siguen viviendo y renacen y no se marchitan más. Tu deseo se realiza. Nosotros los ángeles somos testimonio de lo invisible. Nos manifestamos porque ha llegado el tiempo de las ayudas divinas.

    El Ser seguirá teniendo siempre el rostro del alma, y en la dimensión del infinito donde hay libertad, existen infinitos sentidos para dar infinitas sensaciones de belleza y de felicidad. La supramateria o sobre-materia tiene formas, colores, en un mundo donde todo se vive más intensamente y con más vitalidad. Es la vida en todos los sentidos, no sólo en los cinco sentidos; hay muchísimos más. Es la visión completa, ilimitada, la sabiduría, la experiencia, el conocimiento, todo envuelto en amor universal.

    El cuerpo glorioso es de supramateria y vence al espacio y lo domina. Puede vivir dondequiera que lo transporte el pensamiento, porque la infinita dimensión del espíritu es movida por el pensamiento. El pensamiento es alma y el alma es vida; vida porque no tiene fin. En la Tierra se camina, en la gloria se cambia de lugar, ligeros, felices, sin vínculos. Esto es la libertad, libertad de conocer, de ver, de amar, de saber, y el amor universal será felicidad para siempre en aquellos que lo viven. El amor universal demuestra la comunión de los santos, demuestra la existencia de Dios trino. Nosotros los ángeles somos vuestros amigos, vuestros guías, y a veces entramos en vuestros sueños. Estamos en todas partes, porque el pensamiento no tiene límites. Vuestra imaginación es humana, no sobrehumana, y por eso no podéis creer si no veis.

    La vida del infinito es un mundo astral, es la vida para siempre de las felices criaturas que la habitan y de aquellas que la habitarán. Los sueños se hacen realidad. Aquel mundo es bellísimo, no habrá más llanto ni más nostalgia, habrá juventud eterna, y la belleza será siempre nueva. Agradeceréis a Dios por el don de la vida y veréis visible lo invisible que no veis en la Tierra. Los ángeles estamos agradecidos a Dios por el don de la vida, pero vosotros tendréis más felicidad porque es más grande la prueba. A mayor prueba, mayor felicidad. Agradeceréis a Dios por las lágrimas. Cada obra de amor tiene un color. El cielo del reino de la gloria es de un azul que en la Tierra jamás habéis visto. Cada obra de amor tiene un color que forma un arco iris que es puente para alcanzar el Paraíso. Todo se debe conquistar. Podréis ver y escuchar las criaturas queridas por vosotros que están todavía en la Tierra. Haced el bien y no seáis egoístas. Y si no podéis hacer nada en ciertas horas, rezad con el alma. Jamás se pierde la oración, hace bien. Jesús en el huerto de Getsemaní sudó sangre. Con la parte material sufrió, pero su naturaleza divina no sufría porque había elegido el dolor para salvar a la humanidad, y su divinidad gozaba pensando en la salvación de muchos. Difícil para el hombre comprender las dos naturalezas de Jesús.

    Muchos se distraen con cosas vanas que creen grandes, y no las ven como regalo de Dios sino como medio para tener más, y el egoísmo les envuelve. Es necesario pensar en Dios, es necesario darles la luz de la fe a los hermanos. Los hijos no son nuestros, son de Dios, pero Dios los devuelve a las madres.

    Somos muchos ángeles, miles y miles, y cada ángel custodio es una sola vez custodio, así como el hombre vive en la Tierra una sola vez su prueba. Y cuando el alma va a la presencia de Dios el ángel le acompaña. Y llora el ángel de un alma que se pierde. Por eso pedimos también nosotros oraciones para las conversiones y para hacer que los pecadores se arrepientan, conscientes del mal que han hecho. Somos felices cuando llevamos un alma a la presencia de Dios. Jesús le abraza. El amor de Jesús-Dios se refugia en medio de los puros de corazón, corazones de niños, de joven. Quien es joven de corazón permanece siempre joven en el cuerpo y puro en el espíritu. Dios envuelve todo de luz. Todos pueden ver a Jesús y a María. La vida continúa adaptada a la nueva vida verdadera y real y continúa el amor. Viven los recuerdos y cada uno es como ha sido porque el alma es eterna, los sentimientos son para siempre, para siempre el amor, la personalidad. En la Armonía todos se aman.

    En la Tierra están los misterios. A menudo traen dudas sobre la Fe los hechos de la Tierra. Después veréis y sabréis, ahora es necesario creer y aceptar sin querer explicar lo inexplicable.

    Desde la Cruz, Jesús veía también los dolores de la humanidad, y como Dios, sabía el valor y la recompensa que comportan. También por esto ha sufrido. Sin embargo, es un don que sublima.

    Para escuchar nuestras sugerencias es necesario abrir el alma. Quien cree en el poder de un ángel es ayudado por él. Quien cree, obtiene. Jesús ha dicho que la fe mueve montañas. Los arco iris que vosotros construís los podéis conservar en vosotros, y después, en la Armonía, los encontrareis. En la Tierra, las obras de amor, aquello que hacéis para gloria de Dios, será después para vuestra gloria, porque Dios os ama y os da lo que a El le habéis dado y mucho, muchísimo más.
    Lo encontrareis todo a través de los arco iris de buenas obras. Toda criatura tiene un ángel, y cada ángel tiene una luz-estrella que da a cada criatura. Jesús es la luz del mundo y os la manda por medio nuestro.

    Continuad construyendo vuestro arco-iris, continuad rezando por quien sufre o por quien no tiene Fe y quedaos tranquilos: las oraciones siempre son escuchadas. Nosotros los ángeles fuimos creados en el no-tiempo por el amor de Dios, y hemos tenido la libertad de adorarlo, y por amor a vosotros, a quienes cuidamos y custodiamos. Dios, por amor, crea lo finito e infinito y todas las escalas descendientes o ascendentes: espíritus puros, materia pensante, materia vegetativa. El reino animal tiene una mente mínima, pero no solo tiene instinto, porque en cada ser viviente está el amor, y por ello tiene algo de espiritual, aunque en mínima parte. Por ejemplo, el amor del perro al dueño no es solamente instinto, sino amor sentido. El reino vegetal no piensa pero vive, y todo aquello que vive en cada uno de los Reinos, vivirá, porque la eternidad del Creador se refleja en cada cosa y en cada ser creado.

    Para nosotros el tiempo no es, pero lo miramos pasar. Os vemos vivir y vemos vuestros buenos sentimientos. La oración tiene formas bellísimas, cubre el mal, lo aniquila. Es como una nube rosada que cubre la nube negra, como agua limpia. Nosotros, los ángeles, tomamos las oraciones, las juntamos, hacemos coronas de flores y las llevamos al Infinito. En la oración es necesario el equilibrio que necesitan todas las cosas. Hay que rezar con sentimiento. Rezar es decirle cosas a Dios.

    Quien tiene un don especial puede penetrar en parte del infinito. Quien penetra en el infinito no se da cuenta, cree haberlo pensado. Vosotros no veis a vuestros seres queridos que ya han partido, pero están felices en el infinito, y ellos os observan. La fe que es esperanza canta en vosotros. Esa es la serenidad de espíritu. Cristo ha venido a la Tierra porque en la Tierra se cometió el primer pecado, y El ha redimido a muchas almas. Si su número hubiese sido pequeño, hubiera venido de todas formas. Hubiera muerto en la Cruz aunque hubiese sido para redimir a una sola criatura. El mundo es malvado pero es también bueno.
    Dios piensa en todo lo que os sirve si vosotros confiáis en Él.

    Vosotros, haced útiles las horas rezando y amando. Preparaos felices para el vuelo. Toda cosa material termina, pero vive, transformada, en el Infinito. Por eso, lo que se llama finito es realidad; no tiene fin, sino que se transforma. Nosotros los ángeles estamos donde nos lleva nuestro pensamiento, donde nos llama nuestro deber, donde nos transporta el amor. Los santos viven como nosotros los ángeles, pero aún gozan más, y por haber sufrido pruebas en el tiempo, y haberlas aceptado viven donde desean y ven lo que aman, y lo mismo para todos los del infinito en la luz que proviene del pensamiento creador de Dios. Las fuerzas cósmicas en el Universo, que es pensamiento y creación de Dios Trino para la vida universal y la creación contínua, son fuerzas espirituales que emanan de todo aquello que vive y vivirá en el espíritu. Dan vida al universo material y también a los hombres y dan fuerza al universo invisible. Están siempre en acción y os mantienen con vida, como si fuesen cargas eléctricas. Son ondas vitales que hacen vivir.

    Para no ser destruidos en el espíritu, es necesario defenderse con la Gracia, la caridad, la pureza, la lealtad y, en definitiva, con el amor. La vida tiene un solo origen: Dios. Dios mantiene la vida a través de Su pensamiento, que atraviesa todo y penetra en la inmensidad y en lo inmensamente pequeño. El pecado es contrario al amor. Lleva a la oscuridad que choca con la luz. La Gracia es la sola fuerza. Es bellísima por ser obra de Dios. El amor es el principio de la vida. Lo eterno no se detiene; vive y hace vivir. El tiempo es medido por su ritmo. El ritmo es armonioso y armonía universal material, porque fuera del tiempo nada es medido. La eternidad es estática y al mismo tiempo es contínua, como un tiovivo que gira pero sigue estando en el mismo lugar. En la eternidad ya no hay más ritmo. Las cosas espirituales no tienen ritmo sino eterna armonía. El ritmo se puede contar. Se cuenta todo aquello que tiene límite. Es inútil contar aquello que no termina. El pecado puede romper el ritmo porque el pecado lleva en sí mismo. El pecado es desarmónico. En vosotros pasa la fiebre del pecado a medida que os purificáis. Entonces os renováis por dentro. Aquello que veis sabréis distinguir si es bueno o es malo según vuestro grado de perfeccionamiento. La Gracia enciende al alma e irradia luz, y la luz disipa las tinieblas. Quien hace la voluntad de Dios está en el ritmo, es armonía material y espiritual. El ritmo es paz interior, es estar en sintonía con todo y con el propio espíritu. El ritmo del hombre es el 7. Dios ha creado en siete días. La creación ha sido hecha para el hombre. El hombre ha sido creado para la creación eterna. El ritmo es del alma, lo escucha el alma: es la paz del alma en gracia. La fiebre del pecado pasa con el arrepentimiento. Vivid en el amor y estaréis en el ritmo. La Gracia tiene su música, que es el ritmo. También las estaciones, los meses, los días, los años, están en el ritmo del tiempo. En el no-tiempo habrá para vosotros mucha armonía y las flores de aquellos jardines os mandan sus perfumes: la ESPERANZA. Nosotros los ángeles nos adecuamos a vuestra mente entrando en vuestro ritmo y os pedimos y os exhortamos a que conservéis la Gracia. El hombre liberado de la materia, santificado por la Gracia, tiene infinitos sentidos para gozar de todo, todo lo percibe. Son los sentidos del espíritu. La materia está limitada a los cinco sentidos, pero el espíritu no tiene límites.

    Quien sigue a Jesús está salvado. En la Tierra ha dejado su Presencia, ha venido para vosotros, ha venido para salvaros. Nosotros los ángeles os ayudamos. Pedid con fe y obtendréis. Los milagros los hace Dios. Los santos interceden. Jesucristo os alimenta con la gracia por medio de la Comunión. Permaneced en gracia y alcanzaréis la Gloria, el Paraíso, la eterna felicidad.

    CLARUS

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    1. que hermoso lo que acabo de leer, que consuelo he recibido, gracias sean dadas a Dios PADRE, HIJO Y ESPIRITU SANTO, GLORIA A NUESTRO DIOS CREADOR, A NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO MI REDENTOR Y AL ESPIRITU SANTO NUESTRO SANTIFICADOR. GRACIAS A MI ANGEL DE LA GUARDIA, GLORIA A DIOS POR EL DON DEL AMOR EN JESUS Y MARIA NUESTRA MADRE Y MAESTRA, ABOGADA NUESTRA. GRS MAMITA MARIA….

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  8. 04-04-97

    Áng. En Dios, todo es realizable. Tu solo deseo que late al unísono con el deseo de Dios, pone en marcha la ACCIÓN.
    Porque somos uno en Él. Él quiso la Tierra, y la Tierra se hizo.
    «Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros».

    La Voluntad de Dios siempre se cumple en aquél que lo desea. El motor es el Amor.
    En los otros (se refiere a los que niegan a Dios con palabras y con obras) se cumple la propia condenación, porque fuera de Dios no somos nada. No digo somos «algo», digo que somos «nada».

    La Armonía de Dios es infinita.

    Él desea destaparles los ojos para que «VEAN», porque vio que todo lo que creó fue bueno.

    Su hijo el hombre fue hecho para admirar la Obra de Sus Manos. ¡Oh!, el hombre no sabe el
    poder que tiene sobre el Corazón de Dios. ¡Ustedes son hijos!

    «Que todos sean UNO», dijo Él, y así será, porque es el deseo expresado de un HIJO hacia su Padre.

    También Él está creando en ti constantemente.
    Cuantas veces quieres cambiar de lugar los muebles, otros quieren cambiar el peinado.

    El deseo del Creador de crear, está en Sus hijos. Como el Padre trabaja, el Hijo
    también trabaja. La Obra de la Creación es tan hermosa y aún no termina. ¿Quieres seguirla?

    El Señor ha puesto muchos deseos en tu corazón, que son buenos, que son realizables.

    Para el mundo: locura, para Dios TODO ES POSIBLE.

    Por eso la preocupación no debe existir en tu corazón.
    Todo lo que tú deseas de bueno para ti y para los otros: ÉL LO DESEA.

    El mundo no está en armonía porque no desea lo que Él quiere. Tú ya no perteneces a este mundo, aunque permaneces en él, por eso puedes sintonizar con el Corazón de tu Padre.

    Te explico todas estas cosas para que comprendas que el hombre no imagina lo que DIOS tiene preparado para los que lo aman.
    Aquí en la tierra ÉL debe adaptarse a vuestra pequeñez, y lo que veis es sólo un destello.

    A ti te parece mucho, sin embargo es tan poco…
    Te admiras como un niño con su juguete nuevo.

    La Obra de Dios en las almas es infinita y goza Él en crear.

    F. Sería como dice el Evangelio: «Si no renaces del Agua y del Espíritu, no podrás entrar al Reino».

    J. Tráeme almas hija y Yo las transformaré en piedras preciosas para la corona de Mi Madre.
    ¿Qué otra cosa puedes hacer sino Amarme y traerme almas?

    P. Recibe hija con agrado lo que te doy.
    Con mucho agrado.

    F. Gracias Dios por lo que me vas a dar.

    Dios, yo quiero tener muchas cosas, como mi casita y también las cosas que van dentro de la casita.

    P. Yo voy a demostrar que el que me sirve recibe el ciento por uno.

    F. Dios, Vos me diste la posibilidad de servirte y yo solamente dije «sí».

    P. A muchos doy esa posibilidad, son pocos los que realmente se entregan.
    Éstos son los que disfrutan ya en esta tierra, de Mi Reino.

    M. Vas a estudiar a causa de los mensajes.

    F. Esto me había dicho mi Madre hace dos o tres meses.
    Ahora estoy estudiando, aunque no entiendo totalmente por qué. El tiempo dirá.
    DEL LIBRO DEJATE AMAR . DADO A FABIANA CORRARO.

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    1. Por favor si tuviera la amabilidad de enviarme el libro «365 dias con el Angel Custodio» se lo agradeceria enormemente. Deme un correo electronico para enviarle todos mis datos.
      Dios y la Virgen Maria le bendigan hasta su ultimo dia

      pilar

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  9. A mi querido angel:
    Dios te asigno mi alma y se que estamos juntos y felices cuando lloro de amor……por Dios, cuando VIVO cada misa , cuando el cuerpo descansa y mi alma se eleva….. pero me falta mucho, mucho, debo corregir muchos defectos, tengo que pecar menos y se que oras al Padre por mi.
    Ensename a amar como Maria, tu la conoces mas, hazme mas parecida a ella, y no te vallas de mi lado nunca, nos veremos algun dia y no me cansare de agradecerte, te amo, …. mi angel guardian.

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  10. Gracias a Gloria. Un ser muy especial y a veces no entendido esto es necesario conocerlo aunque muchos se cierren a ver el mundo como esta y que sólo Dios uno y trino salva

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  11. Ah!! Eu sei que temos um Santo Anjo da Guarda; mas pensava…que
    Ele ficasse no Céu,rezando por nós,
    nos olhando de Lá..!
    Será que ele mora na minha casa…co
    migo…?
    Oh! se for assim…que bom!!! Vou evi
    tar as preguicinhas de arrumar meu
    guarda-roupas…a má vontade de co
    zinhar…o tempo gasto com as novelas.. e a reza do ROSARIO MARIANO com sono…os «assaltos»
    à geladeira. à meia-noite…etc..etc…
    he..hi..he..he..hi..he..!… Sério!
    Enfim..devemos nos corrigir
    de tantos pecados…e fazermos boas
    obras,para que nosso SANTO ANJO
    DA GUARDA tenha com o que nos de
    fender no nosso Julgamento!! Amém.

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  12. Li o Texto da VALTORTA!!
    Santo CRISTO!!
    Fiquei impressionadíssima!!!
    Valha-nos DEUS!! Livrai-nos do orgulho…da soberba…da preguiça…e do ódio!!! Amém!! ALELUIA!!
    JESUS É O SENHOR!!

    Muito obrigada,por publicarem es
    tes textos, tão importantes,para o nos
    so Crescimento Espiritual!!
    DEUS lhes cubra de Bençãos e Graças!! Amém! ALELUIAAA!!!

    Gracias!

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