EXISTE UN CIELO UN PURGATORIO Y UN INFIERNO.

Mensajes dictados a Catalina Rivas Estigmatizada boliviana
EXISTE UN CIELO, UN PURGATORIO Y UN INFIERNO
PC-25 10-Ago-96 (En Retiro de encuentro.) El Señor
Esas palabras que te han lastimado hoy, son las que están en boca de
la mayoría de Mis hijos. Yo te hablé del Cielo, déjalos con su error y su
ceguera (dijeron que el Cielo es Dios, no es un lugar). No es malo que lo
digan, pero no es la forma de atraer a la gente a quien le duele aun dejar
el mundo. Existe un Cielo, un Purgatorio y un Infierno. ¿No lo digo Yo
en los Evangelios? ¡Qué gusto en cambiar Mis palabras!
No reniegues contra los Teólogos. La Teología es necesaria… Sin
embargo, el corazón vive y se expande en el sentimiento, en su divina
posesión, sin buscar un por qué ama.
Para todos Mis hijos que trabajan por Mi Reino y la Gloria del Padre,
diles que Yo, su Dios, les agradezco, que necesito de ellos, de todos
ustedes. Sean como Yo: todo amor para todos.
Hijos Míos, deseen con toda su fe poseer más amor, mayor
generosidad hacia su Dios; así recibirán estas valiosas gracias para la
salvación de las almas. No tengo por qué negar lo que Me piden
fervorosamente.

PC-25.1 YO ESTOY EN EL SILENCIO DE LOS CORAZONES.
LA BULLA, LO PROFANO DEL MUNDO, ME HACE HUIR.
Hijitos, revístanse de la armadura de su amigo y Señor. La única ley
que les doy es la de amar con su corazón y su espíritu; ser fieles a la
tradición, así no pecarán contra el Espíritu. Porque el otro, el espíritu que
se campea hoy en el mundo, no es el Espíritu del Amor sino de la
corrupción…
Recuerden, que su Dios devuelve el ciento por uno… Velen porque
la voz del mal espíritu no opaque la voz del Espíritu de verdad…
Espérenme y búsquenme, encuéntrenme siempre en la profunda
oración… Ofrézcanme su incapacidad de encontrarme, el abandono,
todo lo que les cuesta por su falta de fe… La vida interior debe servir
siempre de base a todo apostolado y jamás debe ser postergada por
nada. ¿Acaso no está Dios antes que cualquier persona o acontecimiento?
No olviden, pequeños, que el Cielo es solamente de quien se lo gana.
Y ahora, hijita amada, sumérgete en la inmensidad de Mi amor.
Sutilmente voy formando, uniendo Mi rebaño de amor… ya lo
comprenderás…

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