GRANDES PROMESAS PARA LOS JUEVES. APOSENTOS DE REPARACION.

Promesas para los que hagan los Aposentos de Reparación.

Julio 9/08 (5:30 p. m.)

Hijitos míos: Hoy os quiero hablar con el lenguaje que una madre cariñosa le habla a cada

uno de sus hijos; porque mi amor por todos vosotros sobrepasa toda medida y todo peso,

puesto que sois el desvelo de mis ojos y la atracción de mi Corazón.

Niñitos amados: orad muchísimo por mis hijos predilectos los sacerdotes. Tendríais

ministros santos, si desbocarais en oración y sacrificios hacia ellos.

No los juzguéis con sarcasmo; guardad silencio, cuando alguien desprestigie a mis hijos

amados, así sea de pecador como Caín o de traidor como Judas. Tened compasión de ellos

y reparad por sus muchos pecados y ofreceos como almas víctimas, para que os consumáis

en el fuego de mi amor y hagáis el acto más noble frente a los ojos de Jesús, Sumo y Eterno

Sacerdote, que es: salvar almas sacerdotales y religiosas, almas que son el blanco e ira de

satanás.

Muchas de estas almas tocan fondo, porque han perdido vigor en su vida espiritual y, aún,

no han comprendido la grandeza del ministerio sacerdotal que el Cielo les ha conferido.

Derramo lágrimas de sangre cuando uno, de mis hijos predilectos, cae; porque con él

arrastra muchas almas a la apostasía y pérdida de la fe.

Hijitos queridos: formad aposentos de reparación los días jueves, petición de Jesús que hoy

os recuerdo. Extraordinarias gracias recibiréis si sois generosos al llamado que os hacemos.

Muchos de mis hijos predilectos recobrarán la fe, enfervorizándose en la oración y en el

suministro de los Sacramentos, y se volverán almas Eucarísticas y Marianas por excelencia.

Muchos de mis hijos predilectos que han hecho de su vocación una profesión más, amarán

su sacerdocio como un don sobrenatural no merecido, se esforzarán en ser acopio de las

virtudes de Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote.

Muchos de mis hijos predilectos que dudan de la presencia real de Jesús en la Eucaristía, la

amarán y la desearán cada vez más, porque por vuestra oración reparadora volcarán de

nuevo su corazón a Dios.

Muchos de mis hijos predilectos que tambalean en su vocación sacerdotal cobrarán ánimo,

para continuar en el camino a que fueron llamados.

Muchos de mis hijos predilectos que se hayan dejado seducir por el demonio, el mundo y la

carne: tendrán verdadera contrición de corazón y propósito de enmienda.

Muchos de mis hijos predilectos que han manchado sus pensamientos con filosofías

llamativas y extrañas, volverán a las fuentes de las Sagradas Escrituras y del Magisterio de

la Iglesia.

Muchos de mis hijos predilectos que se han modernizado por la cultura en que viven,

regresarán a la sana tradición de la Iglesia.

Muchos de mis hijos predilectos que andan dispersos como ovejas sin pastor, se adherirán a

la obediencia del Obispo, del Santo Papa.

Muchos de mis hijos predilectos con corazón de pedernal y de oídos taponados a la voz del

Señor: ablandarán su corazón y escucharán la voz del Maestro que les llama a una

radicalidad en el Evangelio.

Muchos de mis hijos predilectos, aferrados a los bienes de la tierra, despojarán su corazón

de tal modo que trabajarán arduamente en la adquisición de las riquezas del Cielo.

Muchos de mis hijos predilectos recibirán la efusión del Espíritu Santo y harán las mismas

obras que realizó Jesús y, aún, mayores.

Muchos de mis hijos predilectos tentados fuertemente por el demonio, serán revestidos de

fortaleza para que no sucumban en el pecado.

Muchos de mis hijos predilectos recibirán dones extraordinarios que, como auxilios

divinos, acercarán muchas almas al Cielo.

Muchos de mis hijos predilectos que yacen en estado de purificación, en el purgatorio:

sentirán suave refrigerio y descanso en sus penas haciendo que, varias de estas almas

amadas, vuelen directamente al Cielo.

Muchos de mis hijos predilectos escalarán cúspides en la santidad, porque vuestra oración

será como plegaria y alabanza de ángeles.

Todas las almas que propaguen los aposentos de reparación y vivan de acuerdo a las

enseñanzas de mi Hijo Jesús: recibirán un puesto de honor en el Cielo.

Las almas que acompañen a Jesús, en la soledad del Getsemaní cada noche del día jueves,

yo las acompañaré en el momento de su muerte.

Las almas que piadosamente oren en los aposentos de reparación serán instruidas por mí,

como Maestra de los apóstoles de los últimos tiempos.

Las almas que en unidad de espíritu, eleven sus plegarias y sus oraciones en los aposentos

de reparación, adelantarán el Triunfo de mi Inmaculado Corazón y el Reinado del Sagrado

Corazón.

El alma que haga consecutivamente 33 aposentos de reparación, para acompañar a Jesús

en sus 33 pasos de Cristo Crucificado y muera durante el tiempo de su noble intensión o en

su culmen: a los 33 días exactos de purgatorio, yo misma iré por ella y la sacaré de aquel

estado de expiación para llevármela al Cielo.

El alma que con gran fervor haga 33 aposentos de reparación, sin interrupción alguna,

recibirá un sello especial, para que en el tiempo de tribulación sea fortalecida y preservada

durante el imperio del anticristo.

En las casas donde se reúnan a orar los aposentos reparación: el alimento material y

espiritual no les faltará, los desastres naturales no las tocará, porque serán salvaguardadas

por los Santos Ángeles

DEL LIBRO DE ORO. DADO A AGUSTIN DEL DIVINO CORAZON.

LIBRITO DE REPARACION EN EL SIGUIENTE ENLACE:

http://www.parroquia-santamaria.org/descargas/aposentos-oracion/AposentosdeReparacionSacerdotal.pdf

(EL LIBRO APOSTOLADO DE REPARACION. VENTA EN LIBRERIA SAN PABLO. )

2 comentarios sobre “GRANDES PROMESAS PARA LOS JUEVES. APOSENTOS DE REPARACION.

  1. gracias por este mensaje , hay adoracion los dias jueves en el santisimo de mi parroquia , deseo el libro donde mas lo puedo adquirir ya que la pagina esta descontinuada, gracias marlene

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