NOVENA AL SANTISIMO CRISTO DE LA VICTORIA. SERRADILLA (CACERES).
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICION
Señor mío Jesucristo, mi Dios, mi Padre y Redentor: Por ser Vos quien sois, y porque os
amo como a Bondad infinita sobre todas las cosas, me pesa de haberos ofendido, y con
vuestra gracia propongo confesarme y huir de las ocasiones de pecar.
Por la victoria que en la Cruz alcanzasteis contra el demonio, el pecado y la muerte, os
suplico, Señor me concedáis en esta vida, para gloria vuestra, la victoria sobre todas mis
pasiones, a fin de que pueda lograr una santa muerte. Amén.
DIA PRIMERO
Santísimo Cristo de la Victoria: Por la punzante corona de espinas que atormentó
vuestra divina cabeza, os suplico me concedas el perdón de todos mis pecados de
pensamientos, y me fortalezcáis con vuestra gracia para que toda mi mente os ame y os
glorifique. Amén.
(Pídanse las gracias que se deseen alcanzar récense un Padrenuestro, un Avemaría y tres
Glorias).
ORACION FINAL
Pacientísimo Dios mío: Yo adoro vuestro amantísimo Corazón, en compañía de vuestra
santísima Madre y de todos los ángeles y santos, especialmente de los que han sido más
devotos de vuestra Pasión: y os suplico me concedáis por los dolores que por mí
padecisteis, la gracia que os pido en esta Novena, si ha de ser para gloria vuestra y bien
de mi alma.
¡Oh, santísima Madre de Dios! Alcanzadme el amor de vuestro divino Hijo para
amarle, imitarle y seguirle en esta vida y gozar de El en el Cielo. Amén.
(En los demás días se hace la Novena como en este primero, excepto la petición propia
de cada día).
DIA SEGUNDO
Santísimo Cristo de la Victoria: Por la dolorosísima flagelación que quisisteis padecer
en todo vuestro santísimo cuerpo para expiar mis pecados, os suplico me concedáis la
gracia de no ofenderos más con mi cuerpo, sino que sepa hacer de él templo vivo del
Espíritu Santo. Amen.
DIA TERCERO
Santísimo de la Victoria: Por la profunda y dolorosa llaga de vuestro hombro, marcada
con la cruz de mis pecados, os suplico me concedáis la gracia de abrazar con fe y amor
la cruz de cada día, para expiar mis propios desvíos y los de toda la humanidad
pecadora. Amén
DIA CUARTO
Santísimo Cristo de la Victoria: Por las heridas y abundante sangre que derramasteis por
vuestras rodillas, al caer tres veces en el camino del Calvario, os suplico me concedáis
la gracia de levantarme siempre de mis caídas y recaídas en el pecado, haciendo una
buena confesión y esforzándome en vivir en vuestra gracia y amistad. Amén.
DIA QUINTO
Santísimo Cristo de la Victoria: Por la profunda llaga de vuestra mano izquierda y por el
acerbo dolor que padecisteis al ser clavada en la Cruz, os suplico me perdonéis todo
cuanto os ofendí con mis manos, y me concedáis la gracia de emplearlas en obras de
caridad y en hacer todo lo que es bueno y recto ante vuestros ojos. Amén.
DIA SEXTO
Santísimo Cristo de la Victoria: Por la dolorosísima llaga de vuestra mano derecha y por
el tormento que sufristeis al ser clavada en la Cruz, os suplico me perdonéis todos mis
pecados de omisión, todo el bien que dejé de hacer por pereza o respetos humanos, y me
concedáis la gracia de hacer todo el bien posible a los demás, para imitaros a Vos.
Amén
DIA SEPTIMO
Santísimo Cristo de la Victoria: Por las profundas llagas y abundante sangre que
manaron vuestros pies divinos al ser clavados en la Cruz, os suplico me perdonéis todo
cuanto os ofendí caminando por caminos de error y de pecado, y me concedáis la gracia
de no separarme en adelante del sendero recto de vuestra Santísima Voluntad. Amén.
DIA OCTAVO
Santísimo Cristo de la Victoria: Por vuestra dolorosísima agonía en la Cruz y por el
desamparo en que os dejó vuestro Padre Celestial en aquella hora suprema, os pido la
gracia de una santa muerte, acompañado por Vos y por vuestra Madre santísima y
Madre nuestra, mereciendo por vuestros méritos infinitos y por su intercesión maternal,
morar para siempre en el Cielo. Amén.
DIA NOVENO
Santísimo Cristo de la Victoria: Por la profunda lanzada con que fue atravesado vuestro
costado y Sagrado Corazón, después de morir en la Cruz, y por la fuente de sangre y
agua que brotó de esa bendita llaga, os suplico lavéis mi alma, mi cuerpo, mi vida y
todo mi ser, y me revistáis del hombre nuevo, a vuestra imagen y semejanza, para que
pueda amaros y serviros fielmente Toda mi vida, buscando vuestra mayor gloria y la
salvación de mi alma. Amén.
Alabado y adorado sea nuestro salvador jesucristo hijo del altísimo que nos conceda a todos la gracia de un verdadero arrepentimiento de nuestros pacados y la conversión Bendita seas María Purísima
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