no soy el líder de los oprimidos

🎧 Audio 86

📘Libro I Un alma en Cristo

9 de abril de 1986

En oración en mi habitación.

La venganza es signo de desamor y odio entre hombres que no perdonan. A menudo se cometen, en mi nombre, muchas injusticias: se tergiversa mi Evangelio hasta el punto de decir que fui un revolucionario, cuando en realidad jamás di muestras de ser político ni de importarme ningún tipo de partido. Ése fue el error de Judas, y hoy también es el error de muchos que siguen creyendo que Yo soy el líder de los pobres, el líder de los oprimidos. 𝗬𝗼, 𝗝𝗲𝘀ú𝘀, 𝘁𝗲 𝗱𝗶𝗴𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗦𝗼𝘆 𝗲𝗹 𝗦𝗮𝗹𝘃𝗮𝗱𝗼𝗿 𝗱𝗲𝗹 𝗺𝘂𝗻𝗱𝗼: 𝗦𝗼𝘆 𝗲𝗹 𝗥𝗲𝘆 𝗖𝗲𝗹𝗲𝘀𝘁𝗶𝗮𝗹, estoy con todo el que sufre, pero de ninguna manera soy un político ni estoy metido en la política. 𝗠𝗶 𝗽𝗮𝗿𝘁𝗶𝗱𝗼 𝗲𝘀 𝗲𝗹 𝗮𝗺𝗼𝗿; 𝗺𝗶 𝗽𝗼𝗹í𝘁𝗶𝗰𝗮, 𝗹𝗮 𝗷𝘂𝘀𝘁𝗶𝗰𝗶𝗮; 𝗺𝗶 𝗹í𝗱𝗲𝗿, 𝗗𝗶𝗼𝘀 𝗣𝗮𝗱𝗿𝗲 𝗖𝗲𝗹𝗲𝘀𝘁𝗶𝗮𝗹; 𝗺𝗶 𝗽𝗿𝗼𝗽𝗮𝗴𝗮𝗻𝗱𝗮, 𝗺𝗶 𝗘𝘃𝗮𝗻𝗴𝗲𝗹𝗶𝗼.

Yo, Jesús, digo ¡no! a todos mis sacerdotes que emplean mi casa para reuniones políticas. Condeno a cuantos, en mi nombre, se dicen estar aliados de los oprimidos y usan mi casa, que es casa de oración, como los mercaderes usaban el templo de los sacrificios. Siento por ellos la misma abominación, y me veré obligado también a coger el látigo.

Mi casa es casa de oración. Al pobre se le ayuda con vuestros medios, dando incluso la vida por los necesitados; en el templo se convence a la gente de lo que se debe hacer siempre, según las Escrituras; se predica el santo Nombre de mi Santo Padre. Me parece, hija mía, que en los tres años de mi vida pública, di ejemplo de ello: de cómo se debe ser, de cómo hay que orar, de cómo hay que repartir, de cómo hay que practicar la humildad. Llevé una vida ejemplar para que el hombre que quiera ver, vea, y el que quiera oír, oiga. Pero ¡Con cuánta frecuencia es tergiversada mi actitud! ¡Pobre de aquel que, predicando mis Escrituras, tergiverse mis enseñanzas! ¡Pobre de aquel que, habiéndosele encargado el cuidado de mi casa de oración, la use como templo de mercaderes, donde toda clase de tratos se hacen sin respeto a mi Presencia, puesto que Yo estoy en Cuerpo y Sangre en el Sagrario!

Tú, mi pequeña, sé que sufres. Piensas que no entiendes bien, que tergiversas mis enseñanzas… Pero Yo te digo que no tergiversas mis escrituras cuando, antes de hablar, pides ayuda a mi Santa Madre y empiezas hablando del amor de Dios y de las maravillas que obra en las almas. Sigue, sigue, mi pequeña. Yo te aseguro que no te arrepentirás.

Al despedirme, he abierto al azar el «Libro de Margarita». A través de él me pregunta el Señor si no me parece que Él es demasiado exclusivo. Yo le he respondido que quiero que lo sea aún más, hasta el punto que sólo le vea a Él y no vea nada más. Me ha contestado:

Todavía no. Debes vivir en el mundo y para el mundo.

𝑮𝒓𝒖𝒑𝒐 𝑴𝒂𝒓í𝒂 𝑨𝒖𝒙𝒊𝒍𝒊𝒂𝒅𝒐𝒓𝒂 (1986). 𝑼𝒏 𝒂𝒍𝒎𝒂 𝒆𝒏 𝑪𝒓𝒊𝒔𝒕𝒐. 𝑳𝒊𝒃𝒓𝒐 𝑰

Un comentario sobre “no soy el líder de los oprimidos

Deja un comentario