Cuando os comportáis con benevolencia hacia vuestro prójimo, les deseáis lo mejor y les buscáis lo mejor para su vida y para su crecimiento espiritual, Yo Me derramo en Bendiciones,

Segundo Misterio. Habla Dios Padre, DADO A JAVIER VIESCA AÑO 2013. 
Sobre: Tened confianza en Mí, vuestro Dios, en todo lo que vaya a acaecer en vuestra vida, en el tiempo que viene, y tomad ésta prueba como purificación de vuestros pecados.
¡Oh! ¡Necedad humana, no aprendéis vosotros, Mis pequeños! En la antigüedad, el hombre Me retó construyendo la Torre de Babel, creyendo que con eso se iban a salvar de otro Diluvio. Vuestra necedad hace que caigáis en errores graves.

No entendéis que a Mí Me ganáis cuando estáis Conmigo, cumpliendo con vuestras obligaciones que tenéis, ante Mí, como Dios y Creador. Yo Soy sencillo, Soy un Dios de Amor, Yo no impongo, Yo aconsejo, os guío y os doy libertad. Si estáis Conmigo, si venís a Mí, alegres, contentos, serviciales, Yo os lleno de Bendiciones, porque Mi Amor os cubre, os llena, porque Yo Me lleno de alegría hacia las almas que están cumpliendo con lo que Yo les mando.

No imagináis, Mis pequeños, cómo gozo al ver las almas buenas, las almas dadivosas con sus hermanos, las almas que han entendido que debéis vivir en el amor, como verdaderos hermanos, hijos de una Familia Celestial. Cuando os comportáis con benevolencia hacia vuestro prójimo, les deseáis lo mejor y les buscáis lo mejor para su vida y para su crecimiento espiritual, Yo Me derramo en Bendiciones, os consiento, os doy siempre más, pero aquellos necios, que buscan solamente protegerse de Mi Ira Divina, no están viendo Mi Corazón, no están viendo Mi Amor, no lo buscan y ven en Mí, solamente un Dios de terror, un Dios vengativo, un Dios destructivo.

¡No, Mis pequeños! Yo no Soy más ése Dios del Antiguo Testamento, que Me presenté así, ante toda ésa gente de corazón duro, corazón malo, corazón egoísta, corazón destructivo y por eso os envié a Mi Hijo, para que conocierais, y en Persona, Mi Verdadero Ser, que Soy Amo. Mi Hijo, le dijo a la gente de ése tiempo, “el que Me ve a Mí, ve al Padre” y ése Soy Yo, Dios de Misericordia, Dios de Perdón, Dios de Amor, Dios Benevolente, que os aliento para que os arrepintáis de vuestra mala vida y, al hacerlo, os acerquéis a Mí y recibáis todas las Bendiciones que cada alma debe recibir, para que deis mucho fruto y para que podáis volver a vuestro lugar en el Reino de los Cielos. Esta gente necia, ha hecho sus torres de Babel, ciertamente, ya no son sobre la tierra, son debajo de la tierra, ¡qué necedad!, ¡qué necedad! no necesitáis esconderos, no necesitáis luchar contra Mí.

Aquél que Me busca en el Amor, Me encuentra y se llena de paz. Todos estos hermanos vuestros, que Me retan, haciendo todas estas Torres de Babel subterráneas, no confían en Mi Amor, no están llenos de Mi Amor, creen poderse zafar de Mí, de Mi Ira Divina, de Mi Justa Justicia. Ciertamente, son hermanos vuestros que no solamente os están haciendo daño a vosotros, son jefes de pueblos y naciones, que se han aprovechado de sus pueblos, de su gente, se han llenado de vuestras riquezas y así, como se quedarán enterradas ésas riquezas, quedarán sepultados ellos mismos, han construido sus propias tumbas. ¡Pobres hermanos vuestros, necios, tontos, que no quisieron aprender a amar! Vivieron en las tinieblas, porque se volvieron instrumentos de satanás y las tinieblas los recibirán.

Mientras, que vosotros, que habéis escogido la Luz, Luz tendréis. Mi Luz os dará una Verdadera Vida en el tiempo por venir, después de que paséis la gran tribulación.

Lo que ha sido obscuro, no podrá estar ante la Luz, Mi Luz limpiará el Universo entero. Vosotros, los que hayáis escogido vivir en la Luz, grandes gozos tendréis, porque Yo estaré con vosotros. Una nueva generación de hijos Míos, llenos de Mi Luz, llenará la Tierra y el Universo entero. Conviviréis los unos con los otros, Mi Santo Nombre se alabará por todo el Universo, vuestros corazones, gozosos estarán, porque Yo estaré con vosotros.

Llenaos desde ahora, Mis pequeños, de éste gozo Divino, porque vosotros sabéis que estáis Conmigo y Yo estoy con vosotros. Os bendigo, Mis pequeños y tened confianza en Mí, vuestro Dios, en todo lo que vaya a acaecer en vuestra vida, en el tiempo que viene, y tomad ésta prueba como purificación de vuestros pecados y de vuestra vida de error, para que podáis ganar éste nuevo Tiempo por venir.
Gracias, Mis pequeños.

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