EN FATIMA, LUCIA COMULGO EN LA BOCA…

EN FATIMA. LOS PASTORCITOS RECIBEN LA VISITA DEL ANGEL.

Y EL MISMO ANGEL. ADORA A JESUS HOSTIA….Y DESPUES DA LA SANTA COMUNION Y LA PRECIOSA SANGRE DEL SEÑOR A LOS PASTORCITOS….COMO LO HIZO??? EN LA BOCA…Y QUE HIZO ANTES….ADORAR, POSTRARSE…

PIDAMOS A DIOS RECIBIRLO DIGNAMENTE. EN GRACIA DE DIOS Y ARRODILLADOS.

DE TODO LO QUE HAGAMOS AL SEÑOR…DAREMOS CUENTA.

PORQUE TODA RODILLA SE DOBLE ANTE EL QUE HIZO EL CIELO Y LA TIERRA.

HAY MAS SACRILEGIOS, Y PROFANACIONES QUE NUNCA…POR LA COMUNION EN LA MANO…Y POR LA LIGEREZA QUE SE TRATA AL SEÑOR…SOMOS BUENOS LOS CATOLICOS TRATANDO ASI AL SEÑOR???  SIN ADORACION, SIN RESPETO…

 

angelfatima

TERCERA APARICIÓN DEL ANGEL DE FATIMA.

En otoño de aquel mismo año, 1916, los pastorcitos se encontraban un día en la Loca do Cabego, el lugar de la primera aparición.Mientras, postrados en tierra, recitaban la oración del Angel, una luz les envuelve. Levantaron los ojos. El Angel estaba allí. Tenía en la mano izquierda un cáliz y sobre él una hostia de la que caían gotas de sangre.

Dejando suspendidos en alto el cáliz y la hostia, el Angel se postró en tierra junto a los pastorcitos y les invita a repetir por tres veces lasiguiente oración:

«Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Os adoro profundamente y Os ofrezco el preciosísímo Cuerpo, Sangre, Alma y divinidad de Jesucristo, presente en todos los Sagrarios de la tierra, en reparación de los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que El mismo es ofendido. Y por los méritos infinitos de su Santísimo Corazón y del Corazón Inmaculado de María, os pido la conversión de los pobres pecadores».

Luego, levantándose, el Angel tomó el cáliz y la hostia. A Lucía le dió la hostia EN LA BOCA y a Francisco y a Jacinta el contenido del cáliz, diciendo: «Tomad y bebed el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo, horriblemente ultrajado por los hombres ingratos. Reparad sus crímenes y consolad a vuestro Dios».

Postrándose de nuevo, repitió con los pastorcitos otras tres veces la oración anterior: «Santísima Trinidad…». Después se marchó. Sumisión estaba cumplida

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