el dinero….os puede dar salvacion eterna o condenacion eterna. (maria) jv.mexico.

Tercer Misterio, Habla La Santísima Virgen María.
Sobre: El dinero de este mundo, os puede llevar a alcanzar la Gloria cuando actuáis en Caridad, que también a condenaros, cuando entráis en avaricia o usando ésos bienes para vuestra destrucción espiritual.
Hijitos Míos, Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María y os pido, Mis pequeños, que viváis siempre con el corazón en la mano. Y con esto os quiero decir que la Caridad para con vuestro prójimo, siempre esté abierta, que sea abundante, que ayudéis siempre de corazón y no por obligación.

Mi Hijo se dio en totalidad, los bienes materiales los tuvo, porque había muchos hombres ricos que Le ayudaban en Su Misión, pero así como lo recibía, Él también lo daba a los pobres, ahí estaba ayudando económicamente a los necesitados, pero también se daba plenamente en lo espiritual y se acercaban a Él los necesitados, no solamente de curación corporal, sino de curación espiritual. Se donaba plenamente así, en lo económico y en lo espiritual.

Cuando vosotros tenéis mucho de lo económico, difícilmente soltáis de lo vuestro, porque lo creéis de vuestra propiedad, sin que os deis cuenta, plenamente, de que lo que tenéis en lo material no ha sido de casualidad que lo tengáis, sino que Nuestro Padre y Nuestro Dios lo ha permitido en vuestra vida, y ha confiado en vuestro corazón, para que compartáis de éstos bienes materiales con vuestros hermanos. Pero pocos, muy pocos hermanos vuestros, que tienen riquezas, entienden esto y es por eso que Mi Hijo les decía que era más fácil que pasara un camello por el ojo de una aguja a que un rico se salvara, porque estáis buscando mantener ésa riqueza que no es vuestra. Y entended bien esto, Mis pequeños, porque si de alguna forma u otra os habéis hecho de ésas riquezas, es gracias a los dones que recibisteis del Cielo y no los agradecéis y se os ha dicho que mientras más deis, más recibiréis, pero como vivís en las cosas del mundo, en lo material, poco o nada entendéis de éstas Palabras Divinas, porque Mi Hijo os ha dicho que cuando tenéis bienes dados del Cielo, no los aprovecháis plenamente, ni crecéis con lo que tenéis en la Tierra, que pertenecen al príncipe de éste mundo y con ellos os engaña para que no crezcáis espiritualmente. Al repartir de vuestros bienes estáis actuando en Caridad y también se os ha dicho que cuando vosotros dais limosna, vuestros pecados quedan perdonados, ciertamente, no los que os llevan a la muerte. Hablando de pecado, es todo aquello en lo que vosotros erráis, son vuestros defectos cuando vosotros dais limosna, vuestros pecados quedan perdonados, ciertamente, no los que os llevan a la muerte. y caéis en ellos y, a veces, tontamente, porque no estáis viviendo una vida espiritual que os da fuerza para que vosotros luchéis contra vosotros mismos, contra vuestras pasiones, contra vuestros deseos nefastos contra vuestra alma, que le impiden crecer espiritualmente, pero que vosotros, al caer continuamente en ésos mismos deseos, en ésas mismas faltas, desperdiciáis vuestro tiempo en vivir más plenamente en lo espiritual que en lo del mundo.

Podríais ya ser tan grandes, Mis pequeños, podríais ya tener dones inmensos, inconmensurables, si hubierais ya entendido esto, de vivir más para vuestro Dios, para Mi Dios, en lugar de buscar acrecentar vuestros bienes terrenos; no estáis buscando estar ya, desde ahora, que vivís en la Tierra, en los terrenos Divinos, que es el Reino de los Cielos, no estáis comprando vuestro lugar en el Reino de los Cielos con vuestras buenas acciones, con vuestra vida de ejemplo, con la Vida de Mi Hijo en vosotros.

Llegáis ante Nuestro Dios cuando, bien o mal, cumplís vuestra misión. Cuando Él os manda llamar, que es el fin de vuestra existencia sobre la Tierra y el principio de vuestra existencia en el Reino de vuestro Dios, que ojalá todos vosotros buscarais esto y que no perdierais vuestra alma eternamente, pero cuando os presentáis ante Mi Hijo, para vuestro Juicio Personal, es cuando os dais cuenta de todo el tiempo perdido, de todas las oportunidades que tuvisteis de hacer tanto bien con aquello que aparentemente es muerto, que son los bienes de este mundo, que es el dinero de este mundo, que ciertamente él os puede llevar a alcanzar la Gloria cuando actuáis en Caridad, que también a condenaros, cuando entráis en avaricia o usando ésos bienes para vuestra destrucción espiritual y para la de otros. Aquí es donde os dais cuenta, Mis pequeños, cómo un bien material que se os otorga, de acuerdo a vuestro actuar, os puede dar salvación eterna u os puede dar condenación eterna.

Meditad esto, Mis pequeños para que empecéis una nueva vida en vosotros, lo que os quede de vida, no importa, pero es una nueva oportunidad que Nuestro Dios os concede, para que podáis comprar, como os dije, el Reino de los Cielos con vuestro actuar, según la Voluntad de Nuestro Dios y viviendo en ése Amor que vosotros os debéis tener los unos a los otros, como Mi Hijo os enseñó, ayudándoos tanto en lo material, como en lo espiritual.
Gracias, Mis pequeños.

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