M. El Rosario. Yo te necesito, hija, es por las almas. Te prometo dulces alegrías.

03-09-97

F. Estaba dando muchas vueltas para sentarme a escribir. Ella me dijo:

M. Primero el trabajo (se refiere a «escribir»). Sabes que te amo.

F. ¿Todo lo que escribo es para todos?

M. Cada uno toma el libro en sus manos y Yo hago que llegue al corazón de cada uno lo que Yo quiero,

aunque no todo es para todos. Algunos rendirán el 30, otros el 60 y pocos el 100%.

F. ¿Entonces no todos morirán de amor?

M. Tú morirás DE AMOR, otros morirán en amor, en Mis brazos.

F. ¿Como santa Imelda?

M. Como tu Madre.

Será una señal.

F. Por qué me hacés escribir estas cosas, me da vergüenza.

M. Para que el mundo reconozca que hay UN SOLO DIOS VERDADERO Y FIEL Y ÉL HACE MARAVILLAS.

Yo te elegí hija para que seas representante de Mi Amor Maternal.

F. Entonces tengo que ser muy buena y soy tan débil, tan poca cosa. Lo que me pedís es muy grande.

M. El ciento por uno. La entrega ha sido total y Yo recompenso con Mis dones.

Da, hija, da sin parar, a manos llenas, sin temor. Debes ser generosa como tu Madre.

Ellos quieren verme, tú debes reflejarme. Deja que Yo te dé.

F. ¿Me das todo?

M. Te doy más de lo que esperas.

La misión que te encomendé es la mejor que hayas podido recibir.

F. Realmente tengo que morir, como me dijiste anoche. Soy tan pobre.

F. Decís que me muevo mucho y que debería rezar más, y me parece tan poco lo que hago, ¿cómo decís

que me muevo mucho?

M. ¿Tan poco? Tu oración sube al cielo como un perfume de incienso porque tu alma está limpia, pero tienes

muchos hermanos que necesitan de aquella.

F. Bueno, acá estoy, qué querés que rece.

M. El Rosario.

Yo te necesito, hija, es por las almas.

Te prometo dulces alegrías.

http://www.diosjesustehabla.com/Fabiana/home_Fabiana.htm

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