ENFERMEDAD.

EL MARTIRIO O ENFERMEDAD SOBRELLEVADOS CON AMOR FORJA GRANDES SANTOS
Almas atribuladas de dolor veo por todas partes y pido oraciones por ellas. Yo, Jesús, os hablo.

Hijos Míos, que gozáis de una buena salud y no sabéis bien lo que es el sufrimiento físico, tengo un ejército inmenso de almas que sufren desde que amanece hasta que anochece y que uno sus sufrimientos a Mi Sacrificio Eucarístico. Almas que se han hecho una con el dolor. Yo os pido que aunque a esas almas que son multitudes desde niños, hasta ancianos no les falte Mi gracia, os pido que aliviéis sus sufrimientos con campañas de oraciones y les apliquéis Mi Santa Misa. Yo, Jesús, os hablo.

A quienes viven en buena salud no saben lo que perderían si no la tuvieran, por eso, esas multitudes de personas que sufren muchísimo en el cuerpo, Yo os pido oraciones y que Me ofrezcáis sus sufrimientos para valerme de ellos para la salvación de los que van directos al abismo eterno. Y, Jesús, os hablo.

Quien vive en atroces sufrimientos son la mayoría almas escogidas por Mí para hacerlos otros cristos en la Tierra, dotados de un carácter especial para que no renieguen de su situación aceptándola según la voluntad divina. Quienes leen estos mensajes conocerán a algunas de estas personas.

Otro no, otros no saben sobrellevar sus sufrimientos y Me ofenden y blasfeman por causa de ellos, pero Yo os pido oración por todas las personas que sufren, lo sepan sobrellevar o no, porque a todos el sufrimiento les hace un bien, aunque no lo acepten o no lo entiendan. Yo, Jesús, os hablo.

Otros sufren como consecuencia de haber usado mal su libertad y encuentran el resultado correspondiente como accidentes o enfermedades. Pero ellos son enfermos que están en Mi ejercido sufriente y están bajo Mi mirada que aunque parezca que el Cielo los ignora no es así. Yo, Jesús, os hablo.

El martirio, tortura o enfermedad sobrellevados con amor o por lo menos con resignación, forja grandes santos, santos que sin este medio algunos ni se salvarían, pero hijos, para que la flaqueza no los venzan os pido que recéis por ellos y que le ofrezcáis el Santo Sacrificio de la Misa que Yo lo aplicaré misericordiosamente a su desolación, lo mismo que lo aplico cuando lo ofrecéis por las penas del Purgatorio cuando y les sirven de consuelo, porque la Misa es para el alma y el cuerpo el mejor de los remedios. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo. Mi paz a todo aquel que leyendo este mensaje lo pone en práctica.

8 comentarios sobre “ENFERMEDAD.

  1. Palabras del Señor el 9 de noviembre del 2012 (Sobre la enfermedad de Adolfo)

    ¿Por qué te angustias y te agitas, no te echo entender que esta enfermedad es para Gloria de Dios?

    Si crees… verás la gloria de Dios

    (Yo estaba ante el Santísimo, en la Iglesia de los 12 Apóstoles rezando, cuando entró una mujer ciega acompañada por su hermana.)

    ¿Ves esa mujer que está ciega? Ella no pudo ll
    evar una vida normal, aspiraba a una familia propia, a una vida independiente, y la ves ahora y siempre ayudada por su hermana.

    ¿Ves su fe? ¿Ves su paz? ¿El gozo de ella en Dios? ¿Su desprendimiento? Sólo Yo en ella, Yo le basto, no necesita más. ¿Y sabes cómo se pudo llegar a esto?:

    Había una vez un alma, profundamente Mía, amaba a los Tres y a la Madre con predilección, y con predilección mayor era amada por Nosotros; y como era tan amada y cada vez bebía y se alimentaba más de Nuestra intimidad, la quise todavía parecer más a Mí, su Dios, y como era humana y Yo la quería tanto, deseaba que el Padre y la Madre me viesen a Mí en ella, y con el Amor del Espíritu Santo quise regalarle un tiempo Mi Cruz, pues a través de ella, tan asociada Mí, tan unida y tan clavada a Mi misma Cruz quería Yo derramar dones; y así, esta mujer ciega tan amada por Mí, por el sufrimiento del alma aquella predilecta, encontró la paz, la serenidad, el gozo en Mí y recobró una vida en Mí.

    Como esta ciega, tan amada por Mí, gracias al sufrimiento de Mi alma predilecta, hay muchas otras almas que se encuentran sordas, mudas, cojas, que no tienen corazón de carne, y tantas e infinitas taras a todos los niveles las hacen a veces sucumbir. Pero ves, llega Mi alma elegida y sufriente y sólo con su mirada afligida, dolorida, porque su cuerpo desde la Cruz clavado parece que no respondiese, y con esa mirada clavada en la Mía sin palabras, sin gestos, el Espíritu Santo Amor de los Tres: del Padre, del Hijo y del alma, va haciendo milagros de Amor en infinidad de almas que se vuelven a Mí su Dios.

    ¿No vale la pena? ¡Oh pequeña, Mi voluntad es perfecta!
    DADO GRUPO ENCUENTRO DE LOS DOS CORAZONES.MADRID

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  2. 24 junio, 2010

    Hijos de Dios, cambiad el dolor de esta vida aceptándolo y sobrellevándolo, por gozo eterno (433)

    Recordad, hijos de Dios, los momentos buenos de vuestra vida, recordadlos. Muchas almas han tenido en su vida momentos muy buenos y que son comunes a la mayoría de las almas. Bodas, nacimientos de sus hijos, su primer trabajo, estudios aprobados, sí, hijos sí, porque la vida es muy semejante para todos. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.

    Las personas tienen la vida muy semejante, porque los ciclos de su vida son para todos análogos, y sin embargo, con las mismas circunstancias de una vida, unas almas se salvan y otras se pierden eternamente. Esto es muy trágico y doloroso, porque quien se condena ha tenido una vida muy similar a otros que se salvan. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.

    La cuestión está en haber aceptado voluntaria y hasta amorosamente la voluntad de Dios en los ciclos de su vida y, haberse conformado y santificado con ellos en esa serie de circunstancias. Yo, Espíritu de Dios, hablo.

    Soy el Santificador de las almas y casi siempre que Me comunico con vosotros lo hago para haceros reflexionar sobre vuestra salvación eterna, para induciros a que os santifiquéis con la vida que tenéis, unas veces más llevadera, otras menos, pero siempre será una vida pasajera, que ni la felicidad que tengáis (en ella), ni la pena que padezcáis serán eternas.

    Porque si os salváis vuestra felicidad será muy diferente a la de esta vida, ya que será gozar de Dios Todopoderoso y de todos Sus atributos, y si os condenáis, las penas que tengáis serán enormes comparadas con las que estéis padeciendo en esta vida, pero sabed que en la situación que os encontréis en este mundo, tiene que ser palanca para haceros saltar al gozo eterno y desviaros totalmente de la condenación eterna.

    Hijos de Dios, cambiad el dolor de esta vida aceptándolo y sobrellevándolo, por gozo eterno, en la esperanza de que tendrá su recompensa, y desviaros del camino del Infierno no apegándoos a los bienes y felicidad de esta vida, porque vuestra meta y deseo tienen que ser llegar a Dios Todopoderoso para gozar de El y con El eternamente. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.
    LIBRO DADME DE BEBER.

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  3. 259 – Para ser sanados, vengan a mí Jesús
    Mis hijos del Amor, el Amor les escribe por medio de estas manos obedientes, para
    hacerles saber quiénes son ustedes y lo que hacen. Ustedes dicen que es difícil ser
    amor siempre, es porque son demasiado frágiles; no saben cómo vivir en su interior,
    están todos confundidos en su interior. Han hecho de ustedes hijos pensadores; no
    cesan de pensar, esto los trastorna y continuamente estos pensamientos los alimentan. ¿Saben por qué no son capaces de parar de pensar? Es porque todo lo han
    tomado en sus manos, quieren hacer por ustedes lo que Dios quiere hacer para
    ustedes.
    ¿No saben que Dios ha puesto en ustedes su amor? Él es el Amor. Ustedes quieren
    darse amor, pero no son dueños de una fuente de amor, yo soy la Fuente que pasa
    en ustedes para alimentar su amor. Ustedes se han dado un derecho en el amor; no
    se hagan ilusiones, aún si van a buscar entre los hijos de este mundo una fuente de
    amor, ustedes no podrán obtenerlo porque la fuente de amor me pertenece, ella
    viene del Cielo. Hijos míos, estas palabras les parecen ambiguas. Les digo que ustedes son amor, pero no pueden darse amor a ustedes mismos; es porque soy yo,
    Jesús, quien alimenta su amor con mi amor. Yo soy la Fuente que deja pasar el
    amor en ustedes, yo habito en su interior.
    Ustedes confunden mi Presencia en su interior con sus vidas en ustedes; hay una
    diferencia entre yo y la vida de ustedes, soy yo quien la alimento. Es como una flor,
    ella es bella si el jardinero toma todos los cuidados; yo, yo soy su jardinero y ustedes,
    las flores. Comprendan que el amor no está en ustedes, si yo no los alimento de mi
    amor. Ustedes por más que quisieran el amor si yo no les doy mi amor, ustedes no lo
    encontrarán en su interior.
    ¡Cuántos han perdido este amor! Ellos viven sin preocuparse por conducirse bien
    ante Dios, porque no quieren nada de mí. Cuando ellos sufren por la falta de amor,
    prefieren ir con los especialistas del pensamiento para obtener la ayuda de ellos,
    porque éstos se creen capaces de ayudar al prójimo por sesiones de escucha. A
    estos hijos les falta el amor, asi como los que van a verles para sanarse del mal que56
    les vuelve la vida complicada. Estos pobres desdichados, que van a consultarles, ya
    no pueden ver más lo que es bello a su alrededor; ellos se han vuelto esclavos de las
    medicinas; tienen tanta necesidad de esta droga para vivir que no tienen confianza
    más que en la medicina y en los especialistas del pensamiento.
    Estos hijos depresivos no pueden funcionar como los otros. ¿Saben por qué? Porque estos hijos son más sensibles a la depresión que los otros hijos; ellos no han
    aprendido a volverse hacia Dios, a amarse para estar en paz; en donde no hay paz,
    no hay alegría. Ellos guardan heridas tan profundas que todo alrededor de ellos y
    en ellos está profundamente oscuro. Cuando todo parece ir bien en el los, de
    repente, hay algo que les irrita, sin que ellos sepan de dónde puede provenir, lo que
    pone en función en estos hijos un profundo letargo. Es su inestabilidad hacia ellos
    mismos; a veces están tan seguros de sí mismos y de vez en cuando, tan inseguros
    de sí mismos que vuelven a poner todo en duda.
    La vida de ellos es como un barco en el mar. Cuando el mar está agitado, tienen el
    timón en la buena dirección, pero cuando el mar está calmado, no están seguros
    que sea agradable de encontrarse en el mar, rodeados de un tan vasto extendido de
    agua: ellos tienen el alma a la deriva. Todo lo que les gusta ya no les parece agradable, tienen la dificultad de seguir el ritmo del mar, todo lo que ellos quieren es ya no
    volver a encontrarse ante lo que, en principio, les interesaba: han perdido el gusto
    de la vida.
    Todo esto les ha llegado por la falta de amor. A cuántos pequeñitos, les hubiera gustado ser amados por lo que ellos eran, sin más: pequeñitos que quieren el amor; no
    por lo que hubieran querido que ellos sean. En resumidas cuentas, ellos se han visto
    exigir lo que ellos mismos no pudieron tener: el amor, cuando ellos no sabían cómo
    satisfacer a los que les pedían; es por eso que estos hijos se sintieron responsables de
    la falta de amor de los otros, ellos han llevado esta herida en su interior sin saberlo.
    Es este dolor que los atormenta cuando se encuentran ante la amplitud de esta falta
    de amor a su alrededor; como ellos no saben dar, se encierran en sí mismos, no
    queriendo vivir más este dolor en su interior.
    Algunas veces, tienen la esperanza de mejorar, van en busca de personas que las
    amarían. ¡Ah!, estos hijos están tan perdidos en sí mismos que tienen la dificultad de
    decir sí a los que los quieren amar tal como ellos son. Como no están contentos de
    la vida, no pueden ver el amor que se les quiere demostrar; entonces van, si les es
    posible, en la busca de cualquier otro que les dará la esperanza, porque sólo la
    esperanza los hace avanzar hacia lo que ellos ignoran. Dónde y cuándo habrá una
    luz para ellos, no lo saben, porque están demasiado perdidos en sus pensamientos
    para reflexionar sobre una solución.
    No hay sino Dios que podría hacer de ellos hijos de la Luz; no es sino Dios que
    podría hacerles ver la luz al final del túnel. En su interior, hijos míos, está la solución
    de su confusión: es de entregarse a su Dios. Él los conce mejor de lo que ustedes
    mismos se conocen, pero ustedes no quieren escucharle; prefieren que los otros les
    escuchen. ¿Por qué abrir su corazón a los especialistas del pensamiento? Estas per-57
    sonas son como máquinas llenas de razonamientos, ellos no tienen el amor que les
    es necesario para ayudarles a ustedes. Ustedes que están tan heridos, van a consultarlos cuando, sin saberlo, se dejan perturbar con sus maneras de querer arreglar
    los problemas de ustedes. La tragedia en ustedes, es que no saben que tienen una
    enfermedad de amor, porque si se reconocieran amor, no dejarían a los otros servirse de su mal interior para aliviar el sufrimiento de ustedes, sabrían que esto va
    contra ustedes mismos que son amor.
    No es con el fuego que se apaga al fuego, ni con los males que se curan las enfermedades. Esto no es razonable, porque lo que está en ustedes los ha herido y
    cuando hacen revivir la causa de su herida, todo su ser se encuentra en el dolor.
    Esta persona que los escucha se vuelve testigo del mal de amor de ustedes que es la
    causa de su enfermedad; cuando hacen eso, ustedes le muestran que han tenido
    algo que les ha faltado en sus vidas. ¿A qué les puede ayudar el ir a contarle su vida
    interior a una persona que no los conoce pues ni ustedes mismos se conocen? Mis
    amores, el Amor les conoce mejor que ustedes mismos. ¿Acaso no soy Dios?
    Cuando ustedes van a contar su pasado, su interior no puede sentir el amor; hacen
    lo contrario de lo que él quiere: ¡él tiene necesidad de amor! Ustedes no están en
    armonía con su interior cuando hacen eso, ustedes le niegan lo que él tiene necesidad para sanar sus heridas, es por eso que continúan a vivir con su mal que corroe
    su interior.
    En cuanto a los medicamentos, esto no los cura, lo que hace es demostrarles que el
    mal está presente; pero, ¿se puede curar un mal interior que proviene de la falta de
    amor con un medicamento? Esto no hará más que demostrar su falta de discernimiento frente al problema. Hijos míos, la vida viene de Dios, ella está en ustedes por
    un movimiento de amor. Si ustedes no respetan este movimiento, todo su interior se
    resiente. Los medicamentos no hacen más que adormecer el mal cuando el mal
    interior no busca más que el amor. ¿Les gustaría ponerse cada mañana un par de
    guantes para hacer su día? No, ¿no es así? Ustedes estarían bien enredados con sus
    guantes, porque no podrían hacer lo que les agrada. Pues bien, es la misma cosa
    que se produce en ustedes cuando toman estos medicamentos; enredan a su
    cuerpo que no puede sentirse bien en sus movimientos y no pueden vivir alegremente. Quien no tiene alegría no puede ser feliz.
    Y qué decir de los tratamientos de choques que tienen como objetivo alcanzar sus
    nervios sensibles para centralizar sus dolores en un movimiento imperceptible, lo
    que hace disminuir su movimiento perceptible; lo que no se percibe no quiere decir
    que no está en ustedes, eso no hace más que esconder lo que los hace sufrir sin
    sanarles, como lo hacen los medicamentos. La verdadera razón de su enfermedad
    permanece en ustedes y, ustedes continúan a sufrir interiormente porque cuando
    alguien no puede vivir plenamente su vida, es un minusválido. Sí, ustedes se vuelven hijos minusválidos por su propia elección de vida. ¡Cómo podría ser de otra
    manera cuando su esperanza no se ha vuelto hacia mí!58
    Es cierto que algunos saben que el único remedio es el amor; pero estas personas
    dicen que conocen los métodos que les ayudarán a curar esta falta de amor. ¡Qué
    cerca están de ver mi intervención! Pero que no hagan lo que la medicina hace en
    general, es decir, curar con métodos sin ir a la fuente misma del mal. Es necesario
    que ellos descubran por qué ese vacío de amor ha venido en estos hijos, porque es
    esencial de saberlo para curarlos definitivamente. Para sanar, hay que dar amor;
    para dar amor, es indispensable tenerlo en ustedes; para tenerlo en ustedes, hay
    que descubrir que ustedes tienen todo el amor que les es necesario en su interior,
    porque ustedes han sido hechos de amor, y también es necesario descubrir que es a
    cada día que Dios derrama el amor en ustedes, porque él es la Fuente de donde
    sale el amor. El amor no viene del humano, viene de Dios. Dios es el Creador, él es
    Amor.
    Hijos míos, el Amor es Dios, muchos de ustedes no quieren creerlo y sufren; yo soy
    el Poder y, cuando me mostraré a ustedes, les voy a mostrar mi poder que quiere
    ayudarles. Solamente los que creerán serán los elegidos de mi Padre; ellos vendrán
    a mí para que yo los tranforme en seres de amor para que sean sanados para siempre. ¿Por qué esperar? Abran su corazón a mi llamado para que el Amor pueda
    ayudarles; es necesario que ustedes me den su consentimiento para ayudarles.
    Hijos míos, ¡cómo eso parece difícil para ustedes y tan fácil para mí! Ustedes no tienen más que darme su sí y soy yo quien procuraré que ustedes se descubran tal
    como son.
    Pero si ustedes resisten, van a continuar a sufrir en su interior a causa de su ignorancia, y esto será penoso. Cuando estén ante mí, el Amor, les demostraré, por mi
    poder, que su resistencia ha estado contra ustedes y descubrirán que su falta de
    confianza ha estado contra su sanación. Yo, que soy su médico de amor, quiero
    curarles de inmediato, ustedes que son mis enfermos. Hijos míos, comiencen por
    decir sí al Amor diciéndome: “Sí yo te amo Jesús, sí, te quiero cerca de mí.” Luego yo
    les prescribiré las gracias de abandono que les ayudarán a entregarse al Amor y a
    confiarme sus problemas. Yo, su Médico celestial, les enseñaré a amarse y a amar al
    Amor. El Amor los quiere, él les enseñará a ser lo que ustedes son: seres de amor.
    Les daré las gracias de amor que los transformarán y estarán llenos de amor para
    ustedes y para sus prójimos; en ustedes habrán palabras de amor, palabras que no
    les dañarán, frases construidas con ternura y gestos calmados que les procurarán la
    paz, y todos los que estarán a su alrededor recibirán de ustedes este amor que se ha
    despertado. Hijos míos, ustedes verán que esto tomará forma. Se tomará un tiempo
    de conocimiento, de aprendizaje y de realización, así como hacen cuando tienen
    proyectos.
    Si su desesperación puede más, no tomen la delantera diciendo que la muerte es
    preferible a la vida en la tierra; ¿no saben que Dios los quiere tal como ustedes son?
    He tomado conmigo toda su angustia y la he ofrecido a mi Padre porque el dolor de
    ustedes, lo he conocido antes que ustedes mismos, porque me hice holocausto por
    amor a ustedes. No se vean sino a través de mi Vida que la ofrecí al Padre por amor59
    para todos los que ustedes aman; ustedes se darán cuenta que, ustedes también,
    deben de entregarse por aquellos que aman.
    No hagan de sus vidas una vida sin donación; su vida es tan importante; es necesario que ustedes lo sepan. No miren la que está al exterior de ustedes, sino la que
    está en el interior de ustedes: la verdadera vida. Den de su tiempo para los otros,
    pero si su cuerpo está demasiado débil, permanezcan en paz dándome la vida de
    todos mis hijos en sus oraciones, en sus risas, en sus cantos, en sus trabajos: por
    pequeños que sean, tienen un valor inestimable.
    Yo, Jesús, soy el Dueño de todo; todo es realizable, porque todo proviene de mí. Yo
    soy la Verdad, todo lo que sale de mí es verdadero. Yo soy el Amor Eterno, todo es
    amor en mí, el amor sale de mí para ir a ustedes. Hijos míos, hagan todo en mí, por
    mí, conmigo, Jesús Amor. Yo soy la Vida, el Camino, la Verdad, yo soy la Luz del
    mundo. Vengan, hijos míos, yo soy la Felicidad eterna. Jesús los ama con un verdadero amor. Amén.

    ESCRITOS HIJA DEL SI A JESUS.

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  4. Oración al Corazón Inmaculado de María: Oh Corazón Inmaculado de María, lleno de bondad, muéstranos tu amor por nosotros. Haz que la llama de tu Corazón, oh María, descienda sobre todos los hombres. Nosotros te amamos inmensamente. Imprime el amor verdadero en nuestros corazones. Haz que nuestros corazones tengan un deseo continuo de Ti. Oh María, dulce y humilde de corazón. Acuérdate de nosotros cuando estemos en pecado. Tú sabes que todos los hombres pecan. Por medio de tu Corazón Inmaculado y materno, haz que seamos sanados de toda enfermedad espiritual. Haznos capaces de contemplar la bondad de tu Corazón maternal, a fin de que podamos convertirnos por la llama de tu Corazón. Amén.

    Oración al Sagrado Corazón de Jesús: Oh Jesús, sabemos que Tú eres manso y humilde de corazón y que has ofrecido Tu Corazón por nosotros. Está coronado de espinas por nuestros pecados. Sabemos que incluso hoy Tú pides por nosotros, a fin de que no nos perdamos. Jesús, acuérdate de nosotros cuando estemos en pecado. Por medio de Tu Corazón Sacratísimo, haz que nos amemos unos a otros. Haz que el odio desaparezca entre los hombres. Muéstranos Tu amor, todos nosotros Te amamos y queremos que nos protejas con Tu Corazón de Buen Pastor. ¡Entra a cada corazón, oh Jesús! ¡Llama a la puerta de nuestros corazones! Sé paciente y perseverante. Nosotros seguimos cerrados porque aún no hemos entendido Tu voluntad. Llama continuamente, oh Jesús, y haz que Te abramos nuestros corazones, al menos en el momento en que recordemos Tu Pasión sufrida por nosotros. Amén.

    Oración a María Reina de la Paz: ¡María, Madre de Dios y Madre nuestra, Reina de la Paz! Tú viniste a nosotros para llevarnos a Dios. Alcánzanos la gracia de no sólo decir: ¡Hágase en mí según Tu voluntad!, sino vivirla tal como Tú lo hiciste. Ponemos en Tus manos nuestras manos, a fin de que puedas conducirnos a Jesús en medio de todas las aflicciones y pesares. Por Cristo, Nuestro Señor. Amén. Rezar el Credo, 7 Padrenuestros, 7 Avemarías y 7 Glorias…

    Oración por los enfermos: El 22-VI-85 La Virgen dictó a Jélena Vasilij esta oración por un enfermo. A este propósito la virgen ha dicho: Queridos Hijos: ¡La oración más hermosa que podéis rezar por un enfermo es precisamente ésta! La Virgen ha añadido a Jélena que el mismo Jesús la ha aconsejado. Jesús quiere que durante el rezo de esta plegaria tanto el enfermo como quien intercede por él se abandonen con confianza en las manos de Dios.

    «OH Dios mío, el enfermo que se encuentra ante Ti ha venido ha exponerte su voluntad, pidiéndote lo que juzga ser para él la cosa más importante. Dios mío, infunde Tú en su corazón este convencimiento: ¡Lo importante es que gocemos de salud en el alma! ¡Que se cumpla en todo, Señor, sobre él tu santa voluntad! Si quieres su curación, que se cure, pero si Tu voluntad es otra que siga llevando su cruz. También te pido por cuantos intercedemos por él: purifica nuestros corazones para que seamos dignos de transmitir, por nuestro medio, Tu divina misericordia. Señor protégelo y alivia sus penas. Que se cumpla en él Tu santa voluntad. Que sea revelado por su medio, Tu santo nombre. Ayúdale a llevar con valentía su cruz. Gloria al Padre… etc.(tres veces)

    Himno de Medjugorje: Esta oración y la música que la acompaña, fueron compuestas, bajo inspiración celestial, tal y como el manifiesta, por Fray Stanko Vasilj, que a su vez era poeta, escritor y compositor. Hay que recordar que este sacerdote franciscano también sufrió la dura experiencia de las cárceles del régimen comunista de la época. La Traducción al español es a cargo del Padre Tiberio Munari

    Hoy venimos, buena Madre de lugares diferentes, a traerte nuestras penas y plegarias muy fervientes. Dulce Reina de la Paz, tu sonrisa nos consuela, tu mensaje, oh María, el amor de Dios revela. Sepan todos, hijos míos, que los amo inmensamente, y por eso con ustedes tanto quiero estar presente. Dulce Reina… Gracias Madre y Reina nuestra escogida criatura; oh María, de Dios eres sacramento de ternura. Dulce Reina… Virgen digna de alabanza, Tú me ayudas, Tú me guías, en Ti tengo mi esperanza, Tú me guardas noche y día. Dulce Reina… Tu insistencia con nosotros de que hagamos oración, razón tiene que alcancemos la gran paz del corazón. Dulce Reina… Poderosa, victoriosa, sin mancilla, Virgen Santa, de Dios Hija, Madre, Esposa, satanás de Ti se espanta. Dulce Reina… Dulce Madre, Virgen pura, serás siempre mi ilusión; y por eso te consagro, alma, cuerpo y corazón.

    ORACIONES DADAS EN MEDJUGORJE.

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  5. Un alma permanece superficial mientras que no ha sufrido. En el misterio de Cristo existen profundidades divinas donde no penetran por afinidad sino las almas crucificadas. La auténtica santidad se consuma siempre en la cruz. El que quiere comulgar con provecho, que ofrezca cada mañana una gota de su propia sangre para el cáliz de la redención.

    San Alberto Hurtado

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  6. LOS SUFRIMIENTOS SOPORTADOS POR AMOR A JESÚS CRUCIFICADO SALVAN ALMAS.

    Juan Pablo II en el documento pontificio “Dolor que salva”: “Cuando una persona une a la pasión de Jesucristo un sufrimiento, éste se transforma en una partícula de valor infinito”.
    Pío XII en la encíclica “Del Cuerpo místico de Cristo” recuerda palabras de san León Magno: “Cuando unimos nuestros sufrimientos a la Pasión de Jesucristo, nuestros cuerpos, por el bautismo, son transformados, en carne de Jesús crucificado, que salva almas, por tener un valor infinito.
    EL GRAN TESORO DEL SUFRIMIENTO
    San Pablo: Alegraos cuando sufráis por amor a Jesús crucificado porque cuando venga a juzgarnos, desbordareis de gozo.
    LA OBRA MÁS GRANDE Y MÁS AGRADABLE A DIOS ES SALVAR UN ALMA.
    Santa Teresa de Jesús: “Mas aprecia Dios que salvemos un alma, mediante su misericordia, que todos los demás servicios, que pudiéramos hacer.
    San Francisco de Sales: “Ante Dios un sola alma pesa más que el mundo entero.
    San José de Calasanz: “Entre las obras divinas, la más divina es cooperar con Dios en la salvación de las almas.
    CADA VEZ HAY MÁS CONVERSIONES
    Dice este folleto: “Al unir con amor nuestros sufrimientos a la Pasión de Jesucristo, Este concede la conversión a una serie de pecadores.
    Actualmente la actividad apostólica de la Iglesia está limitada por el pecado que va adquiriendo más poder.
    No obstante los frutos apostólicos de la actividad invisible, pero real, de los cristianos, -miembros del Cuerpo Místico de Jesucristo- cada vez son más visibles.
    Estos frutos –las numerosas conversiones- son debidas a la intervención generosa de los cristianos, en la distribución de las gracias del infinito tesoro de la redención.

    GRUPOS ESPONTÁNEOS DE ORACIÓN
    En este folleto se da el testimonio de varios cenáculos de oración. Personas que deciden quedar para orar en una casa, y que con el paso del tiempo estos grupos de oración aumentan exitosamente el número de miembros.

    SALVAR UN ALMA ES SALVARSE A SÍ MISMO
    San Agustín: Si salvas un alma salvas la tuya.
    San Ignacio de Loyola: “Aún cuando me asegurase que muriendo iba directo al cielo, prefiero quedarme en la tierra, incierto de mi salvación si con ello hubiera podido ayudar a salvar a algún pecador.”
    San Pablo explicaba esto mismo con esta frase: “completo en mi carne, en bien de la Iglesia, lo que falta de la Pasión de Jesucristo.
    Con estas palabras quería significar san Pablo que, cuando sufría por algo, soportaba su sufrimiento por amor de Jesucristo crucificado porque sabía que salvaba almas.
    Salvar un alma es salvarse a sí mismo, dice la Sagrada Escritura.

    LA ENCÍCLICA DEL CUERPO MÍSTICO DE JESUCRISTO Y SALVAR ALMAS
    Pío XII dice: «En todo tiempo hemos de unir nuestros sufrimientos a los de Jesús en la cruz para salvar almas»…. «muriendo en la cruz, Jesucristo mereció un tesoro infinito de gracias. Por disposición de la Divina Providencia, estas gracias no se nos conceden todas de una vez»… «Dios quiere que los cristianos, los miembros de su Cuerpo místico, intervengan en la distribución de estas gracias al unir en todo tiempo nuestros dolores a los sufrimientos de su Pasión, para salvar almas».
    Pío XII: «Misterio verdaderamente tremendo y que jamás se meditará bastante, el que la salvación de muchos dependa de las oraciones y voluntarias mortificaciones de los miembros del Cuerpo místico de Jesucristo».

    SANTA TERESA DEL NIÑO JESÚS
    Del capítulo V de Sta. Teresita en su manuscrito «A»
    La sangre de Jesús
    Un domingo, mirando una estampa de Nuestro Señor en la cruz, me sentí profundamente impresionada por la sangre que caía de sus divinas manos. Sentí un gran dolor al pensar que aquella sangre caía al suelo sin que nadie se apresurase a recogerla. Tomé la resolución de estar siempre con el espíritu al pie de la cruz para recibir el rocío divino que goteaba de ella, y comprendí que luego tendría que derramarlo sobre las almas…
    (Continuación añadida a lo que venía en el folleto) También resonaba continuamente en mi corazón el grito de Jesús en la cruz: «¡Tengo sed!». Estas palabras encendían en mí un ardor desconocido y muy vivo…
    Quería dar de beber a mi Amado, y yo misma me sentía devorada por la sed de almas… No eran todavía las almas de los sacerdotes las que me atraían, sino las de los grandes pecadores; ardía en deseos de arrancarles del fuego eterno… Y para avivar mi celo, Dios me mostró que mis deseos eran de su agrado.
    EL GRAN ATAJO PARA SANTIFICARSE Y SALVARSE
    La teología afirma que unir los ACTOS Y SUFRIMIENTOS personales a la pasión de Jesucristo es el gran atajo para santificarse y salvarse.
    De los apuntes recogidos de un folleto que indica al final del mismo que es distribuido por el monasterio de Santa María de Jerusalén y por varios conventos de clarisas y carmelitas descalzas de Barcelona y provincia; y difusión de la Divina Misericordia.

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  7. ¡Estoy aquí, crucificado con todos mis AGONIZANTES, y

    nadie viene a darme una mano…!

    Viernes Santo, 14 de Abril de 2.006

    Señor JESÚS:- ¡Escribe hijo mío, escribe y perdóname, porque sé que estás agobiado, pero es urgente, hijo mío, estoy aquí crucificado con todos mis agonizantes, y nadie viene a darme una mano, unas palabras de vida, una Bendición de mi Padre y Padre vuestro… ¿Dónde están mis ministros del Sacramento, que no vienen…? y mis hijos enfermos, se me mueren en los brazos sin una oración y una luz que alumbre sus espíritus atormentados por los demonios que quieren robar sus Almas… y son mías. Mías, porque Yo, el Hijo de Dios Vivo, las he rescatado del poder de Satanás, con mi SANGRE, mi Pasión y Muerte para resucitarlos conmigo…

    Mis hijos e hijas bautizados se mueren solos… sin una ayuda ESPIRITUAL para sus pobres almas… en los Hospitales, en las ambulancias, en sus camas y casas, en los Centros de Acogidas… sin que nadie les ayude a bien morir… Nadie, nadie les habla de Mí, Jesús Resucitado que murió por ellos y los espera para darles su Perdón y la vida Eterna para la que han nacido… Están en el mismo umbral de la Luz y están en tinieblas…! Clamad al Cielo Misericordia, hijos de mi Redención…!

    ¿Qué estáis haciendo con vuestros hermanos moribundos en la hora que más os necesitan…? ¿Adonde estáis tan ocupados y distraídos…? ¿No veis que son almas que he puesto a vuestro cuidado, y me tenéis que responder de ellas…? Ese es un trabajo vuestro… pero también de mis fieles bautizados.

    ¡No queréis hablar de la muerte, y la lleváis escrita con la vida desde que nacéis!

    Hijos míos, todos mis Bautizados, vosotros sois también sacerdotes Conmigo cuando oráis al Padre por vuestros hermanos y también por los agonizantes…! ORAD! ¡ORAD por los agonizantes para que alcancen Misericordia, Yo soy la Misericordia Divina!

    Hijos míos, todos los Bautizados, vosotros sois también profetas Conmigo, cuando me anunciáis y le habláis de Mí a vuestros hermanos, y en especial a vuestros hermanos enfermos y moribundos, que sabéis que pronto van a morir y entregar sus almas… ¿Estarán preparadas esas almas para dar cuenta a Dios de sus vidas…? Pocas lo están hijos míos, muy pocas… Pero vosotros y vosotras podéis ayudarlas a bien morir ESPIRITUALMENTE, algo que hoy se olvida y no se valora por el mismo agonizante, por sus familiares y amigos, porque no viven la fe y han dejado de creer, o tienen reparos humanos de llamar al cura o decir la verdad al hermano moribundo…

    Sin embargo, hijos míos, el que está en la puerta de la muerte y la vida, tiene pleno derecho a saberlo, nunca deis una mentira piadosa, por duro que le resulte al agonizante, siempre la verdad, con delicadeza y caridad verdaderas, con una palabra, un gesto… y en algún caso el silencio, antes que una mentira piadosa.

    Vosotros los parientes y amigos que tenéis acceso a ellos, podéis ayudar al enfermo a bien morir cristianamente, en los casos que no sea posible la presencia de un sacerdote del Sacramento, que le administre la Confesión y la Eucaristía, que es lo mejor y más correcto…

    No tengáis temor, invocad a vuestro Ángel Custodio para que se comunique con el Ángel del moribundo y lo disponga a escucharos… y habladle de Mí, de Jesús, de mi Muerte y Resurrección, del ladrón arrepentido y de mi Misericordia, el Espíritu Santo os inspirará las palabras, no os preocupéis más de lo necesario, ni tengáis reparos de que el enfermo os vaya a rechazar, nada de eso, son miedos falsos que el demonio os mete para no hacer nada… Hablad con amor y ternura y como si fuerais vosotros el moribundo… Es el momento trascendental de su vida eterna o de su muerte eterna.

    Siempre habrá quien diga que no merece la pena hacer nada de eso, porque tal vez el agonizante ha llevado una vida de pecado y vicios y ahora en el último momento no se va a arrepentir y salvar… Esto es sólo algo de verdad y una argucia de Satanás, por eso os digo que le habléis de la Misericordia de Dios y del buen ladrón que arrebató el Cielo al verme a Mí en Mi Agonía con él… y Yo, Jesucristo, que Soy la MISERICORDIA DIVINA, actuaré… Pero vosotros haced vuestra parte. Lo mejor sería estar a solas con el moribundo o el enfermo, que sabéis va a morir pronto o dentro de unos días… además de lo dicho, podéis y debéis también enseñarle y ayudarle a orar, si no sabe, o no se acuerda, o por su debilidad no habla o contesta, pero si está despierto, el oído puede seguir oyendo… y siempre podéis decirle estas ORACIONES al oído o en voz alta si está consciente y atendiéndoos, las repita él con vosotros o no, pero sí con su mente…

    Jesús, José y María, os doy el corazón y el Alma mía.

    Jesús, José y María, asistidme en mi última agonía.

    Jesús, José y María, descanse en paz mi Alma, en vuestra compañía.

    ¡Señor, pequé! ¡Perdón y misericordia para este pobre pecador!

    Jesús, Redentor mío, me arrepiento de todos mis pecados,

    perdono a todos los que me han ofendido…

    y pido perdón a todos los que yo he ofendido. (o el Padre Nuestro)

    Sangre de Cristo, purifícame de todas mis culpas. Amén.

    Si el enfermo está sedado, podéis decir las oraciones por él, a su oído, pues el alma siempre oye y siempre ve…

    Hay también otras oraciones propias de este momento, pero Yo os doy aquí estas, por si alguno no las recuerda o sabe, puede actualizarlas personalmente y rezarlas la noche antes de dormir… porque el que duerme, hijos míos, no está seguro si va a despertar en este mundo y cuerpo…

    Podéis concluir dándole vosotros mismos la Bendición Trinitaria a la vez que le hacéis la Señal de la Cruz con vuestra mano derecha como lo haría el cura…

    ¿Por qué precisamente con la mano derecha? ¿no puede ser también con la mano izquierda?, me podéis preguntar, ya que las modas modernistas van por ahí, por quitar la tradición cristiana.

    Pues muy simple, hijos míos, todo ello parte de la Revelación Divina de la Palabra de Dios. En vuestro lenguaje y sistema sinestético, la DERECHA, siempre está reservada para los elegidos de Dios, recordad la visión beatífica que tuvo San Esteban antes de morir y entregar su espíritu a Dios… (Hechos 7,55-57) ¿y quiénes serán los que los Ángeles de Dios separarán, unos a la DERECHA y otros a la IZQUIERDA, en el Juicio de Dios Universal…? (Mateo 25,31-46).

    No es ningún capricho gratuito, el que la tradición cristiana enseñe a los párvulos a escribir con la mano derecha, así como a signarse y santiguarse y hacer las genuflexiones de reverencia a Dios con la rodilla derecha, y en otras muchas cosas donde se le da a la DERECHA una preferencia o relación con Dios, la política, la circulación, todo ello parte de una tradición cristiana, que muchos paganos y ateos de hoy, desconocen, y Satanás se aprovecha de ello para hacer sus cambios.

    Hay que descubrir a Satanás, hijos míos… porque él se aprovecha tanto de la ignorancia de las Sagradas Escrituras, como de su conocimiento a la letra, sin la ayuda del Espíritu Santo y el magisterio de Mi Iglesia Católica y Apostólica…

    Si no, ahí tenéis las sectas y a muchos cristianos separados desde siglos, que son de Mi Cuerpo Místico desgarrado…! ¡Qué dolor! Pero qué voy a decir: ¡Padre, que todos sean uno, como Tú y Yo somos Uno…! (cf: Juan 17,11; 20-21)

    Sigo siendo un MORIBUNDO en la Cruz, hijos míos, en cada uno de mis hermanos moribundos… “Miradme en medio de dos bandidos, uno a mi derecha y otro a mi izquierda…” (cf: Mateo 27,38) y (Juan 19,18) Uno, el de la DERECHA tuvo compasión de Mí, en el mismo suplicio y agonía, se declaraba culpable, creía en Mí y pedía Misericordia… el otro, el de la IZQUIERDA, me insultaba y me increpaba como Mesías para salvarse del martirio… (cf: Juan 23,39-43) Esta escena sigue repitiéndose todos los días a lo largo de los siglos en muchos moribundos o sentenciados a muerte, ya por las leyes de los hombres, ya por las enfermedades incurables y desgracias…

    Muchos reaccionan a la hora de su muerte según su fe, más que según haya sido su vida… porque la FE en Mi Muerte y Resurrección es más importante que la vida material, ya lo dice la Escritura: “MEJOR ES EL DÍA DE LA MUERTE QUE EL DEL NACIMIENTO”, (cf: Eclesiastés 7,1) porque en la vida entráis llorando y durante ella hay más sufrimientos que alegrías… pero en la muerte se decide la VIDA ETERNA con Dios, para la que habéis sido creados y nacidos, o una muerte desgraciada para siempre…

    Esta es una luz que sólo Yo, Jesús Resucitado, os he traído, y es vuestra mejor ESPERANZA, que tenéis que alimentar con Mi Palabra y mi Gracia hasta el fin de vuestras vidas; que Satanás y sus ayudantes os la quitan.

    Porque: “DONDE ESTÁ EL CADÁVER, ALLÍ SE JUNTAN LOS BUITRES.” (cf: Mateo 24,28)

    Esto quiere decir que a la hora de la muerte los demonios acuden alrededor de los moribundos esperando llevarse la presa que es el Alma, y como buitres, lo atemorizan con las tentaciones más fuertes y peligrosas de su vida, aún a los más santos… Les presentan todos sus pecados y momentos negativos de su vida que le pueden quitar la esperanza de salvación de su Alma, llevándolos a la DESESPERACIÓN, o al desprecio de la poca o mucha fe que tenga el moribundo… Le perturban la mente con visiones horribles y se le muestran al moribundo tal como son sus espíritus rebeldes y deformes… De aquí que dijera mi Apóstol San Agustín, que: “Nadie sale de esta vida sin haber visto antes al demonio…”.

    Lo que sucede las más de las veces es que los que asisten al enfermo moribundo, así como los familiares, cuando él dice o describe lo que está viendo, piensan y creen que son visiones o imaginaciones del moribundo, por los efectos de la fiebre o los fármacos… E igual les sucede a los que toman las drogas… pero con frecuencia, no siempre, son visiones demoníacas verdaderas.

    Por tales motivos, la HORA del moribundo es decisiva para la SALVACIÓN ETERNA DE SU ALMA, porque el agonizante se encuentra librando su última batalla, y aunque está rodeado de gentes y familiares, que hablan o hacen todo menos REZAR, se encuentra solo, débil, dolorido, inquieto y sin poder reaccionar o hablar…

    Su soledad espiritual es espantosa, cuánto más si no ha sido persona piadosa y no está preparado, al menos para elevar su mente a Dios con alguna oración o jaculatoria en tales momentos decisivos de su vida… Y estos son los momentos en los que un familiar o una persona amiga esté advertida de los momentos por los que pasa el enfermo agonizante y le ayude a una muerte cristiana, si no es posible con los Sacramentos de la Iglesia y un sacerdote, sí con estas ORACIONES que os he recomendado antes, así como acompañándolo en su lecho, no charlando, sino rezando el Santo Rosario mentalmente y los EXORCISMOS de la Iglesia, ya sea el de San Miguel o el de la Augusta Reina de los Ángeles, para ayudar al moribundo en su lucha contra los demonios, que como perros rabiosos están rodeando su lecho de muerte para llevarse su alma al Infierno… ¡Y cuántos, cuántos, hijos míos son vencidos en esta última batalla por las fuerzas del infierno, por no haber unos familiares, unos amigos, unos catequistas, unos sacerdotes que le ayuden a una buena muerte cristiana…! ¡Cuántos…!

    No trato de meteros miedo con esto, hijos míos, todos, pero no penséis que soy exagerado, no hijos míos, es una realidad espiritual que Dios permite que no veáis materialmente, como tantas otras, porque vuestro natural no siempre lo resistiría, y Dios en su Infinita Sabiduría, Amor y Misericordia lo evita, pero también os lo advierte y avisa, como hago Yo por este medio, y lo he hecho siempre por mis Santos y personas elegidas…

    Por todo esto y por más, os ruego que consideréis el valor y la necesidad que hay de REZAR y ASISTIR a los AGONIZANTES en Mi Iglesia, así como en todo el mundo… porque son miles y miles, durante cada día y noche, hijos míos… Y no os hablo aquí de los que mueren de muerte repentina e imprevista, ya sea en accidente de circulación, navales, aéreos, de trabajo, por infarto, terrorismo, guerra y catástrofes naturales y provocadas por los hombres… ESOS no tienen tiempo de nada… pasan al otro lado en segundos…

    Por ello DEBÉIS ESTAR PREPARADOS PARA BIEN MORIR EN GRACIA DE DIOS, en cualquier momento que el Padre os llame, “Porque no sabéis el día ni la hora”. (cf: Mateo 25,13)

    Y normalmente cada uno muere como vive…; el que lleva una vida piadosa en Gracia de Dios, normalmente muere en Gracia de Dios y con los Sacramentos de Mi Iglesia… Pero el que vive sin recibir la Confesión y Comunión, normalmente muere sin ellas; el que vive sin rezar, normalmente muere sin rezar… Y en el plano material sucede lo mismo, el que vive casi siempre viajando, normalmente muere viajando…; y el que vive casi siempre en su casa, muere normalmente en su casa…; pues según sea la vida así será la muerte, salvo las muchas excepciones que ya sabéis. Pero no debéis confiaros en que vais a morir como vosotros pensáis o deseáis, y vais a tener tiempo y ocasión de poneros a bien con Dios…

    No, hijos míos, eso es una locura, no podéis dejar asunto tan importante y trascendente como el de VUESTRA SALVACIÓN ETERNA, al azar; debéis estar preparados siempre, para poder decir en cualquier momento ¡Señor, aquí me tienes, ten misericordia de mí y llévame Contigo a tu Reino!

    Hijos míos, debéis vivir despegados de las cosas de este mundo y hasta de vuestro mismo cuerpo, como materia… y estar siempre dispuestos para volar con vuestra Alma al cielo… vuestra Patria definitiva y segura, para la que os ha creado Nuestro Padre Eterno.

    Los que tenéis cierta edad, ya veis lo que ha cambiado la vida en vuestra sociedad… me refiero a la rapidez de los MEDIOS de toda clase, y a los CAMBIOS de toda clase… que os llevan a vivir fuera de vosotros mismos; os empujan, os fuerzan a vivir y hacer lo que no es vuestra voluntad, en muchos casos y cosas…

    Muchos viven por encima de sus posibilidades humanas y naturales, intelectuales y morales… económicas y sociales… y todo ello os lleva a un desequilibrio psíquico, moral y espiritual que ya lo estáis padeciendo con las depresiones, esquizofrenias, infartos, etc… porque esta velocidad de vida que os han impuesto los hombres responsables de los pueblos junto con los inventores científicos, es falsa.

    Hablo en general… Dios Creador os ha dado dos pies para andar paso a paso y no os ha puesto en su lugar dos ruedas para ir a más velocidad… Igualmente os ha dado dos oídos para oír a cierta distancia, y nada más, y no os ha dado en su lugar unos audífonos para oír a grandes distancias… Y como estos ejemplos, otras muchas cosas que ya sabéis, os llevan a vivir una vida ANTI–NATURAL y FICTICIA, que si bien tiene muchas ventajas y alicientes tentadores, pero no es lo que os conviene, ni la que Dios ha pensado para vosotros en sus Planes: “Cuando creó al hombre y puso en sus manos la Creación para someterla” (cf: Génesis 1,28)…

    No es éste el sometimiento que Dios esperaba del hombre, no, hijos míos, el hombre la está alterando y destruyendo, queriendo ser como Dios, instigado por Satanás, y aunque hay muchos que son sensatos y luchan por mantener el orden natural de la Creación, son pocos, y no son escuchados por los que tienen el poder de hacerlo.

    ¡ORAD! ¡ORAD! ¡ORAD, hijos míos! y no perdáis la FE y la ESPERANZA, aunque aparentemente parezca que el Mal, la Muerte y la DESTRUCCIÓN, que son obras de Satanás y de los hombres que lo siguen, tienen el poder. ¡NO!

    El poder es de Dios que hizo el cielo y la tierra, y de Él os viene el auxilio y de nadie más… Decid: ¡VEN, SEÑOR JESÚS! pues Yo, vengo ya para regir la tierra, y cuando la purifique, “REGIRÉ EL ORBE CON JUSTICIA Y A LOS PUEBLOS CON RECTITUD…” (cf: Sal 97,8-9) ¡Esperadme…!

    Pero mientras tanto ORAD mucho y cada día y noche por los AGONIZANTES, hijos míos… y también por los que van a morir de muerte repentina, violenta e imprevista, con esa oración que os enseñé:

    Jesús, Redentor nuestro, te ruego para que dejes caer

    una gota de Tu Preciosísima Sangre, sobre cada pecador

    que vaya a morir hoy de muerte repentina o violenta. Amén.

    (A):- ¡Gracias, Señor Jesús! ¡Gracias por tus Palabras y en el nombre de nuestros hermanos y hermanas! ¡Alabado sea Jesucristo, el Eterno!

    ——————————

    (A) = (Es un alma pequeña, que entiende tener confidencias (locuciones), y desea ser ignorada.

    Tiene su consejero espiritual, sacerdote católico, y Nuestro Señor le impele a comunicar sus palabras

    y las de su Santísima Madre a todo el mundo.)

    NOTA: Derogado el Canon 1399 y 2318 del Derecho Canónico por S. S. Pablo VI, en Acta Apostólica Sedis 58 en 1966,

    estos escritos no requieren censura eclesiástica, y pueden ser difundidos entre los fieles católicos.

    No obstante, se someten al juicio de la Santa Madre Iglesia Católica.

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