Antigua Oración a San José[3]
Promesas
- “Los que leyesen esta Oración serán premiados; igualmente se premiará a los que la escuchasen al ser leída, o si la llevasen en su persona.
- A todas estas almas se les promete que no morirán repentinamente, ni se ahogarán, ni serán afectados por el veneno.
- No caerán en manos de sus enemigos; ni serán consumidos en ningún incendio; ni aún derrotados en la batalla.”
¡Oh, San José! Cuya protección es tan grande, tan poderosa y eficaz ante el Trono de Dios: En Tus manos entrego todos mis intereses y mis deseos. ¡Oh, San José! Asísteme con Tu Poderosa Intercesión. Obtén por mí de Tu Divino Hijo, nuestro Señor, todas las Bendiciones espirituales que necesito, a fin de que habiendo conseguido aquí en la Tierra la ayuda de Tu Poder Celestial, pueda ofrecer mi gratitud y homenaje al Padre más amoroso.
¡Oh, San José! Nunca me cansaré de contemplarte con el Niño Jesús dormido en Tus brazos. No me atrevo a acercarme mientras que el Niño reposa sobre Tu Amantísimo Corazón. Abrázale fuertemente en mi nombre; y de parte mía, besa Su Divina y Sagrada Cabecita. Luego, suplícale que me devuelva ese beso a la hora de mi último suspiro. Amén.